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jueves | 25 abril | 2024
El Gobierno de Betanzos urge a la Xunta la contratación del proyecto de mejora de la captación y tratamiento de agua en el municipio, con el objetivo de evitar la turbidez en el suministro.
Las intensas lluvias de los últimos días, apunta la alcaldesa, María Barral, “incrementaron de forma notable la presencia de barro y los índices de turbidez”, una cuestión que estaría “solucionada o minimizada” con las obras en la planta local de tratamiento de agua potable.
Barral visitó ayer los depósitos del Coto con el concejal de Infraestructuras, Diego Fernández, después de haber recibido quejas por problemas en el suministro de algunas zonas. El Gobierno local asegura que en estos momentos “el sistema funciona a pleno rendimiento por los índices elevados que trae el río”.
“Ante esta situación nos urge poner en marcha las actuaciones necesarias incluidas en el proyecto previsto con Augas de Galicia. No podemos seguir con un problema que arrastramos desde hace años, cuando el convenio está firmado desde 2016”, manifestó la alcaldesa betanceira.
La edil abundó en que la firma se realizó hace tres años en el mes de julio y que el documento incluía una aportación de la Xunta de un millón de euros. Sin embargo, una vez definidas las obras, desde Betanzos señalan que la cuantía inicialmente prevista no será suficiente.
Financiación
A día de hoy los trabajos necesarios ascienden a 1.205.118 euros, por lo que Augas de Galicia pidió al Ayuntamiento que sea el que financie los trabajos, comentan desde el Consistorio, “y que toda esta cantidad se plasme en la firma de una addenda al convenio firmado en su día”.
María Barral ya trasladó hace unas semanas a la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, la aceptación de esta aportación, alegando que se trata de “unas obras necesarias y que el Ayuntamiento considera prioritarias para mejorar la calidad del agua y evitar episodios de turbidez”.
La actuación consistirá en la reparación del sistema de abastecimiento con el fin de incrementar la capacidad de regulación, optimizando también los procesos de potabilización. El objetivo, según Barral, es garantizar un mejor servicio y “que los betanceiros puedan tener agua en cantidad y calidad para satisfacer las demandas futuras”.
