El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, atribuyó al grupo Resistencia Galega el atentado que afectó en la madrugada de ayer a la sede del PPdeG en la localidad pontevedresa de Ribadumia causando daños materiales.

“La hipótesis que se baraja es que se trate de Resistencia Galega”, afirmó en declaraciones a los periodistas y censuró este “acto de terrorismo” que afortunadamente solo causó daños materiales.

El explosivo, un artefacto casero compuesto por tres bombonas cámping gas y dos cartuchos de 25 gramos cada uno de pirotecnia con mecha de retardo, estalló sobre las 04.00 horas de esta madrugada provocando destrozos en la fachada del inmueble.

Pese a que se trata de un artefacto casero, Suárez insistió en que son ataques perpetrados por grupos terroristas “en toda regla”.

“Si no hacen más daño es porque no pueden”, afirmó.

Asimismo, Juárez señaló que este atentado “podría” estar relacionado con los sufridos por varias sedes del PSdeG en los últimos meses

El segundo > El artefacto casero que explotó en Ribadumia es el segundo que colocan en sedes del PP, tras el del ayuntamiento limítrofe de Meis, en apenas un mes.

El pasado 7 de mayo, una olla a presión con material explosivo en su interior fue hallada a las puertas del local del PP de Meis, en la calle Médico Paz Andrade, sin que llegara a explosionar ya que el artefacto pudo ser desactivado.

La madrugada de ayer, sobre las 04.00 horas, se produjo la deflagración de un artefacto casero de pequeñas dimensiones en la sede de los populares en Ribadumia, compuesto por un cartucho de pólvora adosado a tres aerosoles, informaron fuentes de la investigación.

La explosión provocó la rotura del cristal de una ventana, si bien no causó grandes desperfectos en el interior de la sede del PPdeG. La onda expansiva sí provocó destrozos en una persiana y en la impresora.

Los restos del artefacto fueron analizados por los Tedax, que se desplazaron al lugar y estuvieron recogiendo muestras para su análisis en laboratorio.

También se presentaron el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, y la alcaldesa de Ribadumia, Salomé Peña.

El presidente del PP local, Martín Serantes, declaró que “lo relevante”, más allá del tamaño del artefacto o los daños materiales causados, es “el hecho en sí” de colocar un explosivo en la sede de un partido político.

Serantes señaló que esta es la primera vez que se produce un suceso de estas características en Ribadumia, y que, a falta de lo que determine la investigación policial, relacionó con el de Meis.

Atribuyó esta acción a “algún desequilibrado o un grupo de locos”, y advirtió de que “algún día” pueden provocar “una desgracia.

Uno de los vecinos del edificio en el que se registró la deflagración, Javier Oubiña, declaró que la Guardia Civil obligó a los residentes a abandonar sus pisos durante varias horas, para que los efectivos se encargasen de las tareas de investigación en el interior del inmueble y no se destruyesen posibles pruebas.

Dos de los aerosoles que no explosionaron salieron despedidos tras el estallido del primero hacia el otro lado de la calle, y fueron recuperados posteriormente por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Por su parte, el PPdeG de Ribadumia no modificará el emplazamiento de su sede, porque esto es lo que pretenden los radicales, según la alcaldesa Salomé Peña, que pidió a la sociedad “tranquilidad y que la sociedad no se deje amedrentar”.

En la planta superior del inmueble vive un matrimonio con su hija. Ellos se llevaron el mayor susto, explicó la alcaldesa, “porque pensaron que había estallado una caldera o una bombona”.