Fin a la maldición azulgrana

Fin a la maldición azulgrana
Luis Suárez y Messi celebran el gol que supuso el triunfo | efe

No fue el mejor Barcelona, no fue el mejor Manchester United y, en esa igualada, los azulgranas tienen más calidad; de ahí que una combinación Messi-Suárez, unida a un fallo del rival, fuese suficiente para que el Barcelona asaltase Old Trafford (0-1) y cobre ventaja para la vuelta.


Un gol de Luke Shaw en propia puerta, anulado en principio y validado por el VAR, bastó para que el Barcelona consiguiese la primera victoria de su historia en Old Trafford y para que agrande su favoritismo en estos cuartos de final de la Liga de Campeones. El partido siguió el curso marcado y remarcado en la previa. Un Barcelona posesivo con la pelota y un United agazapado y firmando desde el primer momento el pacto de no agresión. La única laguna de los azulgranas llegaba en la unión entre los centrales y un desconectado Busquets. El pivote no encontraba salida clara a la pelota y errores suyos daban el único peligro que poseía el United.


El plan de Solskjaer hizo aguas y quedó en evidencia como ya le ocurrió contra el Paris Saint Germain, pero esta vez no había una cadena de errores del rival que lo subsanasen.


Cuando Busquets recibió en tres cuartos, levantó la pelota buscando a un insólitamente desmarcado Messi. El argentino controló largo y se quedó con la única opción de un centro atrás. Suárez la picó buscando la entrada de Coutinho, pero Shaw desvió el balón a su propia portería. Algo casi inapreciable a primera vista, por lo que el linier levantó la bandera y anuló el tanto.

El VAR decidió
Se sucedieron entonces las burlas de los aficionados del United a los del Barcelona, olvidando quizás, que ahora hay VAR. En cuestión de segundos, Rocchi, el colegiado, dio validez al gol y arruinó las esperanzas de los ‘Diablos Rojos’, que pese a su inoperancia en ataque tuvieron el empate en una jugada muy similar a la que Diogo Dalot no apuntilló. Es la diferencia de jugarte las castañas en el área con Suárez o con un lateral.

De Gea, desapercibido hasta entonces, salvó el segundo con una parada de balonmano un remate de Coutinho y permitió que el United saliese con vida a la segunda parte.

Fin a la maldición azulgrana

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