El Depor apela a Riazor

El Depor apela a Riazor
GRA043. MADRID, 12/04/2014.- El técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone,iz., observa las evoluciones de Diego Costa,d, durante el entrenamiento del equipo esta mañana en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, de cara al próx

Lleva el deportivismo soñando con Riazor y tres puntos desde hace seis jornadas. Un deportivista entregado ha rezado a la Santísima Trinidad, contado el cuento de los tres cerditos, solicitado puntos a los tres Reyes Magos, leído a Dumas en Los Tres Mosqueteros, escuchado a los Tres Tenores y analizado los tres estados de la materia. No se le va a nadie de la sesera, desde el entrenador o jugador al aficionado de a pie. Si el Depor hubiera sido tan fuerte en casa como se suponía (sin odiosas comparaciones con el rendimiento fuera) posiblemente hubiese celebrado el ascenso una semana después que Guardiola la Bundesliga. De todos modos no valen las lamentaciones. Solo ganar, como dijo Juan Domínguez en su comparecencia semanal parafraseando al gran Aragonés: “Ganar, ganar y ganar”, y habría que abundar: “Riazor, Riazor y Riazor”.
El largo invierno ha pasado con crudeza por esta plantilla pero aún así el Depor se ha asomado a la primavera en una posición de privilegio. Si no falla en casa tiene pie y medio en Primera. Son cuatro partidos -solo cuatro- en los que se necesita que todo ruede, olvidar los últimos empates, las derrotas justas o injustas, el fútbol pesado que por momentos ha empleado el equipo por necesidad, cansancio o empuje rival.
Hay que pensar en los goles de casa, en las grandes jugadas sobre las líneas de cal que marcan el camino hacia La Torre, en las mañanas, tardes y noches de buen fútbol y, sobre todo, buenos resultados. Los murmullos y cuchicheos de las últimas comparecencias deportivistas no son buenos compañeros de viaje para el cuarteto de encuentros que ha de disputar el equipo en su estadio. Con todo el respeto para los aficionados blanquiazules que más ‘rosman’ y dando por hecho que están en su plenísimo derecho, es necesario que haya una comunión perfecta equipo-grada para que los puntos se queden en casa, en los cuatro partidos, comenzando por el complicadísimo envite de hoy.
Llega uno de los mejores blasones de la categoría. El segundo mejor visitante después de la UD Las Palmas (que ya nos mojó la oreja en el inicio de la segunda vuelta). Lo hace con un equipo que, si bien se ha mostrado en su peor momento hace unas jornadas con tres derrotas seguidas, ha recuperado la estela de la victoria. El decano se presenta, además, con una opción de acercarse al Depor, de colocarse a tres puntos si vence y, a tenor de los resultados coruñeses en Riazor, se ha de tener la completa seguridad de que los onubenses no vienen de paseo, sino a por la victoria y con plena convicción.
El equipo de Fernando Vázquez también presenta sus avales a la victoria. Ha encajado un gol en las últimas cuatro jornadas (en casa, no podía ser de otra forma), se ha encaramado a lo más alto de la Liga y, en solo una semana, ha pasado del negro al blanco tras empatar con el Tenerife, y ver cómo se acercaban sus perseguidores, a ganar en Valdebebas, y dar un hachazo en toda regla a Sporting y Las Palmas, siendo el Recreativo el segundo gran beneficiado de la jornada pasada. Hoy miden sus fuerzas los dos equipos que mejor lo pasaron hace siete días, cuando miraban la clasificación. En ese momento los deportivistas pensaron “ya tenemos al Recre a seis, a ver si lo ponemos a nueve” y los seguidores andaluces “ya estamos a seis del Depor, a ver si nos ponemos a tres”.
Se presenta un choque emocionante, con mucho en juego. Aunque no hay nada definitivo y el Depor puede permitirse hasta tropezar en la misma piedra en la que ha venido escornándose cada quince días, los aficionados esperan que en estas últimas jornadas la suerte esté de cara y deje los puntos en el casillero local.
“Todo se juega en los últimos partidos, es cuando hay que llegar al cien por cien”. Esta frase la hemos escuchado en boca de entrenadores, jugadores, exfutbolistas, que ya se han visto en estas lides en anteriores ocasiones. De esos diez encuentros el Deportivo ya ha ganado uno, el de la jornada pasada en la capital de de España. Sigue la cuenta atrás, llega el nueve y en casa. Conseguir hoy un triunfo, tendría efectos benéficos en la clasificación, porque al Recre se le haría muy cuesta arriba remontar nueve puntos, más el de desempate por diferencia de goles. Pero también tendría una importante carga de autoestima para un estadio y un equipo que, si bien no carecen de ella, ni mucho menos, sí sumaría, aportaría ánimo, antes de las ocho finales que restarán cuando el partido de hoy acabe, tres de ellas en Marineda.
Hoy no es un domingo cualquiera. Juega el Depor en casa y tiene que ganar. Hoy los buenos deportivistas ni fallarán ni dejarán de animar a su equipo del alma. Lo merece y lo necesita. ¡Vamos Riazor! ¡Riazor, Riazor, Riazor!

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