Víctor Fernández solo piensa en el triunfo ante el Córdoba esta noche en la final que se vivirá en Riazor y no se para a pensar si será o no su último partido en el banquillo blanquiazul, sino que se centra en conseguir una victoria que acerque la permanencia.
“No sé cuál es mi fecha de caducidad. Pero la victoria va a tener muy buenas consecuencias”, declaró tras el entrenamiento vespertino de ayer a puerta cerrada en el escenario del partido.
Víctor afirmó que se preocupa “por controlar lo que depende” de él y “preparar al equipo lo mejor posible” y no por el cargo.
“Estoy tranquilo, sereno, no perdiendo la muchísima o poca energía que me quede en cosas que no puedo controlar”, insistió el técnico aragonés, quien afirmó que desde que llegó al club en verano en sustitución de Fernando Vázquez ha sido “escudo de muchas cosas”.
“Es el papel que me ha tocado vivir en A Coruña desde el primer momento y lo tengo que asumir. Mi postura ha sido de defensa a ultranza al club, con elegancia, respeto y agradecimiento”, dijo.
Víctor aseguró que aunque el Deportivo se imponga al Córdoba es “muy complicado” que él se gane el cariño de la afición del Deportivo.
“No puedo hacer más. Mi aterrizaje fue como fue y mi pasado es mi pasado. También hay un sector que me quiere. Pero eso no es lo más importante”, declaró el entrenador, quien insistió en que le ha tocado vivir en el Deportivo un “ambiente de fractura, de confrontación, de intereses muy oscuros que vas conociendo”.
“Todos los deportivistas que conozco, me dicen lo mismo, que no habían visto esto en su vida en A Coruña. Yo que no había vivido aquí tengo que creer lo que me dicen. Me parecía una afición elegante, unida, alegre, que venía de abajo, con una historia impresionante, con seis títulos. Todas las transiciones suelen ser complicadas y esta está siendo excesivamente complicada”, dijo. “La regeneración de este club y de esta ciudad pasa por la unidad. Sin eso, no va a existir ese paso. Eso o que llegue un tío como en el Valencia, con 70 millones de euros”, opinó.
El técnico insistió en que no puede “pensar dónde” estará “mañana o si la afición va a silbar o se va a meter con el presidente”, sino que piensa “en el partido y en ganar”.
El vestuario, públicamente, le ha respaldado. “Hay una cosa muy significativa, muchas semanas se le pregunta por el entrenador a los jugadores. Menos mal que hablan bien. Si hablan mal me tendría que aguantar. Lo más importante es la unidad del grupo. Existe esa unidad. Somos una familia con problemas, que es ganar partidos, pero unida”, manifestó.
El entrenador calificó el compromiso ante el Córdoba como “uno de los más importantes de la temporada sino el que más, uno de los más decisivos”.
“Ganar supone que la llama de la salvación este mucho más fuerte y jugamos con un rival que, si pierde, probablemente va a tener muy pocas opciones de conseguir la salvación”, sostuvo.
Lo afrontará sin dos de sus jugadores fundamentales, Lucas Pérez y Cavaleiro, que están sancionados. “Es un problemón porque son dos jugadores importantes. Uno te da velocidad y verticalidad, Ivan, aunque su rendimiento había caído un poco, y Lucas es nuestro jugador franquicia y referente, pero estoy convencido de que los que van a jugar están capacitados y preparados”, señaló Víctor antes de matizar que no va a “hacer cosas” que no se hayan “trabajado” cuando se afronta “un partido tan importante”.
Eso sí, anunció que “el equipo va a ser bastante diferente numéricamente respecto a Getafe, con variantes obligadas por circunstancias y algún matiz” que introduzca. Sobre el Córdoba dijo que “es un equipo que tiene material futbolístico más alto de lo que dicen los últimos resultados”. “Hizo una política de refuerzos en mercado de invierno importante, con jugadores atractivos, pero como dice su entrenador la presión, la necesidad de ganar, el bloqueo mental que tiene por perder todos los partidos no les permite ganar puntos. Nosotros debemos jugar con la máxima concentración, intensidad, tranquilidad, no volvernos locos. Ritmo alto pero sin perder la responsabilidad. Así es como hay que jugar las finales”, zanjó.