Los bañistas se fugan de las playas coruñesas a las del área para evitar los semáforos de acceso

Los bañistas se fugan de las playas coruñesas a las del área para evitar los semáforos de acceso

El calor que se está viviendo estos días invita sin duda a bajar a la playa. Es circunstancia, unida al hecho de que hasta hoy se registran mareas altas que pueden reducir el espacio disponible, habían llevado a la Concejalía de Medio Ambiente a emitir un comunicado en el recordaban las restricciones de aforo en las playas y pedían comprensión al público. Pero los bañistas han tomado nota y las playas grandes, como Orzán y Riazor, permanecen sospechosamente semivacías, porque los veraneantes prefieren desplazarse hasta las playas del área metropolitana, como Oleiros, donde no tienen que preocuparse de las restricciones impuestas por los semáforos.

“No es lo mismo en todos los puntos, por supuesto”, reconocen fuentes municipales. Playas como la de Matadero o San Amaro, con un fuerte componente vecinal, siempre están llenas. En parte, por su pequeño tamaño, pero también porque su público es muy fiel y siempre lo abarrota, así que durante estos días estos arenales han permanecido al máximo de ocupación algunas horas cada día, junto con otras como el de As Lapas u Oza. Durante el día de ayer, el semáforo de acceso de tos estos arenales pasó a rojo a partir de la as

Durante la semana

En cambio, en las playas del Orzán y Riazor, el ambiente es diferente, su público suele ser más indefinido aunque, tradicionalmente, el Orzán es para los jóvenes y solteros y Riazor para las familias. Allí el disco se puso en rojo al alcanzar el 80% de la ocupación, momento en el que la pleamar llegó a su culmen, a la seis y media de la tarde, pero solo unos minutos. “Durante la semana, suelen tener más gente, y estos mismos bañistas el fin de semana prefieren las playas del área metropolitana”, explican las autoridades.

Sin embargo, en este verano atípico, marcado por el Covid-19, no está siendo así. El pico de mayor afluencia de público del Orzán ayer rondo los 4.000 y 3.000 en el caso de Riazor: los bañistas prefieren la libertad que les ofrece el área metropolitana. Eso no significa, advierten los servicios de emergencia, que los municipios limítrofes no estén adoptando las medidas necesarias.

“En municipios como Arteixo las playas son mucho más grandes, se puede mantener la distancia de seguridad, mientras que las nuestras son urbanas”, aclaran.

Es por este motivo, entre otros, que el verano de 2020 está siendo muy tranquilo para los socorristas coruñeses, que apenas han tenido que realizar media docena de rescates, y siempre en la orilla. El incidente más grave fue una mujer infartada en la playa de Orza, a la que se pudo salvar practicando el boca a boca. l

Los bañistas se fugan de las playas coruñesas a las del área para evitar los semáforos de acceso

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