La mujer que apareció muerta en Carballo se llevaba mal con la familia

La mujer que apareció muerta a última hora de la tarde del pasado jueves en un quinto piso de la calle Desiderio Varela de Carballo habría fallecido, presuntamente, por causas naturales hace cosa de cuatro o cinco meses.
Fue el fuerte hedor que salía de la vivienda de la fallecida lo que movilizó a los vecinos, que fueron los encargados de dar la voz de alarma. La Guardia Civil solicitó la presencia de los bomberos para echar abajo la puerta, algo que no fue necesario por cuanto no estaba cerrada con llave y llegó con recurrir a un simple trozo de plástico para hacer que cediese el pestillo de la cerradura. El cadáver de María Figueiras Fondo estaba tendido en la cama del dormitorio y en avanzado estado de descomposición y, según las impresiones del médico forense, podría llevar muerta alrededor de cinco meses.
Aunque vivía en la capital carballesa, María Filgueiras había nacido hace 60 años en Lestemoño, localidad perteneciente a la parroquia pontecesana de A Graña, en donde reside todavía su madre y una hermana. La fallecida  estuvo casada con un vecino de A Coruña, con el que tuvo un par de hijos y del que hace ya tiempo que se separó. Pese a todos estos vínculos, no se llevaba bien con nadie de su familia, lo que explica que nadie la echase en falta en todos estos meses.

Problema por la herencia
Los problemas con su madre y sus hermanos empezaron a raíz de la muerte de su padre, una persona que ganó mucho dinero durante la época de extracción  de arena en el Anllóns. A la hora de repartir la herencia fue cuando surgieron las discrepancias con la familia, que llegaron al punto de que la relación con sus allegados era totalmente inexistente desde hacía mucho tiempo.
El piso en el que vívía en la calle Desiderio Varela de Carballo había sido adquirido precisamente por su padre, que también se hizo con la propiedad de otros inmuebles en A Coruña, Ponteceso o Neaño. En esta localidad cabanesa la familia empezó a construir en su momento un edificio, que no llegaría a acabarse tras la muerte del padre y las desavenencias surgidas por el reparto de su patrimonio.
La mujer llevaba una vida solitaria y caótica, al punto de que hay vecinos que aseguran que “cando tiña xa cerca de cincoenta anos quixo vivir de golpe o que non vivira de vinte”. Los resultados de la autopsia a la que fue sometida en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña serán claves para determinar el tiempo exacto que llevaba muerta, así como las causas del óbito, por cuanto en un primer  momento las fuezas policiales no descartaron ninguna hipótesis.
Pese a los problemas que mantenía con su familia, todo hace indicar que los restos mortales de la mujer serán enterrados en el panteón familiar de la “Casa de Muriñán”, nombre con el que se conoce a la casa de sus padres en Lestemoño (A Graña). 

La mujer que apareció muerta en Carballo se llevaba mal con la familia

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