La primera medida de Negreira como alcalde será reducir el número de asesores y de coches oficiales

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  lorena fernández > a coruña

  “Lo primero que hay que afrontar es la organización austera de la administración local”. El nuevo  alcalde salido de las urnas el domingo, Carlos Negreira, reducirá de nueve a cinco las tenencias de alcaldía, a la mitad el número de asesores y dejará solo un coche oficial tan pronto acceda al cargo. Estas serán las primeras medidas que adoptará su gobierno, aunque el objetivo principal para estos cuatro años, indicó ayer, será que A Coruña recupere la pujanza económica de antaño: “Esta es una gran ciudad; aunque en este momento el motor está a ralentí, volveremos a trabajar para que llegue a estar a pleno rendimiento”.
Arropado por los trece concejales electos que compondrán el ejecutivo municipal, el conservador compareció la pasada jornada a la una de la tarde tras una larga noche electoral marcada por la celebración de la primera mayoría absoluta del partido en A Coruña. “Se ha confirmado que los coruñeses quieren un cambio”, indicó el popular, que agradeció especialmente los apoyos de aquellas personas “que por primera vez han confiado en el PP”. Por los más de 51.000 votos recibidos, el nuevo regidor se comprometió a trabajar para generar empleo, con “un equipo de hombres y mujeres preparados para gobernar desde el primer día”, pues, explicó, “no existen varitas mágicas”.

Momento complicado > Negreira insistió en que la generación de nuevos puestos de trabajo será su máxima prioridad en el próximo mandato, si bien dejó claro que se trata de un “momento complicado”, en el que, añadió, existe la paradoja de que “es cuando menos ingresos públicos hay, frente a cada vez más necesidades sociales”. Por ello, el popular prometió “blindar” el gasto social, sin rebajarlo “ni un euro” e, incluso, tratando de aumentarlo.
Tras la aplicación del plan de austeridad en el funcionamiento de María Pita, el futuro primer edil aseguró que se reunirá con todos los sectores económicos para establecer una estrategia conjunta. Pasaría, fundamentalmente, por una “gestión eficaz y austera, el apoyo al comercio local y el desarrollo de las infraestructuras pendientes, que son la antesala del empleo”.
La economía, por tanto, desbancará a otros asuntos en los primeros meses de gobierno como el topónimo de la ciudad. Y es que, para el conservador, la cooficialidad del nombre de la ciudad en castellano “no toca”. “La prioridad es el empleo, (el topónimo) lo tocaremos con la tranquilidad de saber lo que queremos, que es sumar”, manifestó.

“Convivencia” > Lejos de la confrontación que generó este tema en los últimos cuatro años entre los grupos políticos, Negreira expresó su intención de abrir una nueva etapa en la vida municipal, estableciendo un “mandato de convivencia, de tolerancia y para que La Coruña recupere este alma liberal que ha tenido siempre”.
En su declaración de intenciones, el popular también estableció una relación de cercanía con los vecinos para conocer de cerca sus inquietudes y necesidades, algo para lo que, prometió, visitará los barrios “con frecuencia”. La relación, sin embargo, será en dos direcciones, pues también prevé abrir “desde ya” el Ayuntamiento a la ciudadanía: “Queremos que María Pita sea la cada de todos los coruñeses”.


 

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