Honor y ‘casi casi’. El Deportivo cayó derrotado en el Santiago Bernabéu, algo previsible, pero lo hizo con la cabeza bien alta, mereciendo más que un 2-0, con ocasiones para marcar y con un nivel competitivo digno de un equipo de Primera.
Tres detalles: Minuto 5, pitos en Chamartín. Minuto 51, más pitos. En el 61, aún más. El campo blanco, con sus reacciones, dejaba claro que, por momentos -y no pocos- el Deportivo fue dueño del encuentro.
El equipo madridista salió, como se esperaba, a gozar de las primeras ocasiones de ataque. Pero el Depor no se amilanó y respondió tan pronto como pudo. Después de un córner y un disparo local, Cuenca realizó una gran jugada que acabó con un chut que Casillas ‘se encontró’. Era el minuto cinco y las hostilidades se desataban tan pronto comenzaba el choque.
En la siguiente jugada, de nuevo Cuenca, realizó un slalom para un remate de Oriol Riera. El Bernabéu silbaba a los suyos, que querían la pelota como posesos para revertir la situación.
El dominio pasaba de nuevo a los blancos en el minuto 12 cuando Cristiano enviaba el esférico al larguero. Fue el asedio más duro de la primera parte; de hecho acabó en gol. El preludio al tanto continuó con un disparo de Bale que, de nuevo, se estrelló con la madera en el 18 y una segunda opción del galés que Fabricio atajó. En el minuto 22 el Madrid se ponía por delante merced a un golazo de Isco. Tras fallar Cristiano una ocasión cantada, la pelota se iba por la línea de fondo pero Arbeloa lo evitaba, sacaba el esférico al pico del área donde Isco, en un tanto parecido al gol de Fariña al Elche, ponía en ventaja a los blancos.
El Depor no se vino abajo, como podría parecer por partidos precedentes ante equipos netamente superiores, e intentó contrarrestar el dominio blanco, aunque la posesión era claramente de los de Ancelotti.
Antes del descanso volvió a atacar y a mover la pelota en el área contraria. A los 30 minutos probó Cuenca con un nuevo chut. Repitió en el 38, pero sin suerte. Se llegó al descanso con la mínima ventaja del conjunto coruñés y buenas sensaciones a pesar de la derrota y de haber tenido ‘dos largueros’ a favor.
La reanudación no obedeció a lo que esperaba el respetable. El Deportivo salió dispuesto a marcar. Borges envió a la cepa del poste en el 48 en una acción que hubiera supuesto el empate. Oriol hizo que Casillas mandase la pelota a córner en la siguiente jugada. Lopo también lo intentó minutos después y Lucas, en el 51, disparaba a puerta, levantando otra vez los silbidos de la grada contra los suyos.
El Depor ponía más fútbol, pero la pegada blanca está construida a base de millones, como una vez pudo hacer el club herculino, cuando se erigía en ‘bestia negra’ del conjunto merengue. Tomó el protagonismo el equipo local y buscó el segundo para cerrar el partido. Cristiano recibió de nuevo la bronca del graderío en un lanzamiento de falta que se fue alto. Ante la inoperancia del portugués Benzema tomó el papel principal. Ensayó primero en el 66 encontrando a Fabricio muy atento. No falló en el 72 para establecer el 2-0 definitivo. Cristiano consiguió tocar lo justo para que el francés mandase el esférico por encima de la salida de Fabri. Fue una pena. Aunque el Madrid tuvo diez minutos de fútbol en el que estrelló dos balones en el palo, el Depor no bajó los brazos, estuvo a punto de empatar y dio la cara ante un conjunto en el que uno de sus puntas es más caro que toda la plantilla coruñesa.
Bien por el Depor, que sale con la cabeza alta antes del clásico y encara la semana con el objetivo de prepararse para el encuentro más importante de la temporada, ‘O noso derbi’. A pesar de la derrota, las sensaciones son buenas. Que llegue ya el Celta. Que llegue ya el sábado.