Si Pedro Almodóvar hubiera asistido al estreno de su película en su pueblo natal se hubiera encontrado un público entregado, devoto, vehemente y entusiasta, que acabó encandilado con "Los amantes pasajeros".
Su pronunciamiento fue unánime al terminar la proyección. Un aplauso cerrado determinó un veredicto incondicional hacía la última producción del director manchego, que volvió a ser profeta en su tierra.
El estreno de la película de Almodóvar en su pueblo, Calzada de Calatrava (Ciudad Real), un municipio de apenas cinco mil habitantes, fue ceremonioso y vistoso, como corresponde a un gran día de cine y celebración.
En el Centro Cultural "Rafael Serrano", los paisanos de Almodóvar ocuparon la sala hasta rebosar y no faltó nadie a tan importante cita.
Los más allegados al director manchego no tardaron en tomar asiento y esperar casi impacientes que comenzara la proyección. En el patio de butacas, amigos y conocidos, pero, sobretodo, curiosos deseosos por descubrir su último trabajo.
Una de sus más fieles seguidoras, su tía Cecilia Almodóvar, a sus 77 años se mostraba emocionada por la acogida que el trabajo de su sobrino siempre tiene en su pueblo.
Cecilia recordaba a Efe que Pedro Almodóvar siempre había sido un "enamorado" del cine y del arte, y de su trabajo comentaba que era una entusiasta incondicional.
"Me gustan todas sus películas, no hay ninguna que me haya defraudado y estoy segura que ésta tampoco me va a defraudar", comentó antes del inicio del pase de la película.
A la tía carnal de Almodóvar, lo que más le gustaría es que la película de su sobrino acabará el próximo año entre las nominadas a las premios Óscar, porque, para ella, "sería el reconocimiento a un nuevo éxito".
Hacía días que en Calzada de Calatrava se esperaba con entusiasmo y cierta impaciencia el estreno de "Los Amantes Pasajeros" y prueba de ello es que las entradas se agotaron nada más saberse que la productora "El Deseo" había hecho posible que la cinta se pudiera ver al mismo tiempo en Calzada de Calatrava que cuando se estrenaba en los principales cines de toda España.
Quienes adquirieron sus entradas y acudieron a la cita se encontraron con un buen número de sorpresas.
A su entrada a la sala, los "pasajeros" (espectadores) que pagaron por ver el pase se encontraron con toda una tripulación, formada por actores, dispuesta a hacerles sentirse como en un aeropuerto y abordo de una gran aeronave.
Los pasajeros fueron sintiéndose protagonistas de la película ante la posibilidad de comprobar de cerca alguno de los atrezzos originales, como los trajes de los azafatos y del comandante de vuelo o los asientos de avión empleados en el rodaje, que se podían contemplar junto a una serie de fotos del rodaje, vídeos documentales y un "flashmob" (baile multitudinario en un espacio público).
Una gran alfombra roja por donde desfilaron los espectadores como grandes protagonistas y el "photocall" (foto de grupo) original de la película, completaron el marco ideal para el estreno de la película.
Pero, sin lugar a dudas, la gran sorpresa de la noche llegó momentos antes del inicio de la película, cuando el propio Pedro Almódovar, a través de un vídeo grabado, mandó un saludo muy especial a todos sus paisanos a los que dijo: "sabéis que os llevo en el corazón".
El director manchego se mostró orgullos de poder compartir el estreno de una película que, ha señalado, ha nacido también "muy cerquita de la calle donde yo nací".
Almodóvar aprovechó su mensaje para desear que la película divierta a todo el mundo y para ensalzar el trabajo de sus actores, de los que, aseguró, "han hecho mucho más de lo que se les ha pedido".