Además de los vecinos de la zona, que llegan a pie en un goteo constante, a la playa de Oza acuden muchos bañistas que quieren acercarse a la arena lo máximo posible con su coche. Estos últimos se contaban ayer por decenas, hasta el punto de que desbordaron el aparcamiento. La Policía Local tuvo que acudir a media tarde a regular el tráfico, mientras algunos buscaban desesperados hueco donde aparcar, fuese reglamentario o no. fotos: j. rodríguez