El padre Ángel cree que hay que sacar el dinero “a los ricos, con cariño, enseñándoles lo que hay”

Ángel García Rodríguez, el padre Ángel, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz, visitó ayer las instalaciones de Padre Rubinos, en donde dio una rueda de prensa cargada de mensajes. Entre esos preceptos que defendió se encontraba el de la solidaridad de pobres y ricos y, en este última caso, afirmó que incluso existe “sacándoles” parte de sus riquezas, eso sí,  “sin violencia –matizó–. Digo con cariño, enseñándoles lo que hay, la pobreza”.
Para dejar clara su postura, se valió de una afirmación del conocido Cantinflas: “No quiero que se acaben los ricos, quiero que se acaben los pobres”.
También acudió a la Fundación Barrié para dar una conferencia: “Un mundo mejor es posible”. Consideró el padre Ángel que, a pesar de la crisis, ya “estamos haciendo un mundo un poco mejor”, por lo menos en lo que se refiere “a los valores éticos”. En este sentido aseguró que “el que dice que hay crisis de valores miente”. Como ejemplo, habló de que la familia, ahora, “es otro tipo de familia”. A continuación, mencionó algunos ejemplos como las donaciones de sangre en grandes catástrofes o los bancos de alimentos: “Ahora hay gente que va al supermercado y compra un kilo de arroz más para su vecina porque no tiene, y eso antes no lo había”.
Lo que ocurre, continuó, es que “hay cuatro golfos que roban, hay corrupción, y parece que eso es lo normal, pero no es así”, sentenció.
 
Trabajo
Uno de los puntos que analizó durante la conferencia de prensa fue el papel de las ONG. En este punto subrayó que estas organizaciones son “agentes sociales y los gobiernos no caen de la burra”. “Los agentes sociales no son solo sindicatos, empresarios y gobierno”, puntualizó.
Recordó  el padre Ángel que las ONG constituyen 100.000 puestos de trabajo y, a pesar de ello, no se les pregunta, a pesar de ser parte “de la estructura de la red social”.
Sobre la labor de Mensajeros de la Paz en España, explicó que están centrados sobre todo en lo social: “En los desahucios, con comedores... Hay gente que no puede comer tres veces al día”, lamentó.