La Mostra da Olería de Buño mantiene las visitas y ventas del pasado año

La Mostra da Olería de Buño mantiene las visitas y ventas del pasado año
Algunos de los visitantes que se acercaron en la última jornada de ayer a los puestos de los oleiros en la plaza marema

La Mostra da Olería de Buño cerró ayer su trigésimo tercera edición con unos resultados, en cuanto a afluencia de público y ventas, muy similares a los conseguidos el pasado año, tal y como apuntó unas horas antes de la clausura de la feria la presidente de los Oleiros, Carmen Isabel Labrador.
La representante de los artesanos locales se mostró así satisfecha con el desarrollo de la cita, aunque deseando aún una edición en la que por fin llegue ese repunte por el que llevan esperando en los últimos años, un “empuxón” como ella misma señaló que les facilite el seguir poniendo en valor y continuar con esta labor tradicional. Y es que la dinámica de estas últimas ediciones apunta a un descenso en las ventas, por lo que que las cifras se sitúen parecidas a las de 2015 “para el tiempo en el que estamos está muy bien”, apuntó la oleira Carmen Isabel Labrador desde su puesto en la Mostra, indicando que lo más vendido un año más fueron “las cosas pequeñas de poco precio” de entre 10 y 20 euros, detalles asequibles como pequeñas siluetas, imanes o ceniceros que llevarse de recuerdo de su paso por el evento.
La afluencia al recinto ferial, una vez más instalado en el Parque Luciano García Alén en pleno centro del pueblo, coincidió con los dos fines de semana que abarcó la iniciativa –ya que el evento se desarrolló desde el pasado día 5 a lo largo de un total de 11 intensas jornadas de actividades–, así como también con el festivo de ayer. En cuanto a la procedencia de los visitantes, Labrador destacó un año más la presencia de muchos franceses entre el colectivo de extranjeros que se acercó a los puestos de exposición y venta de los oleiros.
Un balance muy similar fue lo apuntaron ayer desde el Ecomuseo Forno do Forte, otro importante centro neurálgico de la Mostra junto a las casetas de la plaza, que también ofreció durante estos 11 días una oferta permanente con exhibiciones diarias de un oleiro al torno, obradoiros de barro para los más pequeños y exposiciones con el trabajo de los artesanos locales. La afluencia al centro fue de media de entre unas 450 y 500 visitas al día, por lo que el número total de visitantes en esta edición pudo rondar las 5.500 personas, como avanzó el gerente del Museo, Francisco Doval, haciendo ayer sus primeras aproximaciones a lo que dio de si esta edición. En cuanto a la procedencia de los visitantes, Doval indicó que la mayoría fueron como siempre del entorno inmediato, de la comarca y también de A Coruña y de las Rías Baixas, luego también muchos madrileños y en el plano internacional destacaron sobre todo y de nuevo los franceses, aunque también hubo un aumento apreciable en esta edición de visitantes ingleses, manteniéndose la procedencia sudamericana y estadounidense de anteriores años. La jornada de la cocedura tradicional volvió a ser también una de las de mayor afluencia al conjunto etnográfico.

La Mostra da Olería de Buño mantiene las visitas y ventas del pasado año

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