Reportaje | El linaje de los Piñeiro y Pita da Veiga que permanece grabado en piedra

Reportaje | El linaje de los Piñeiro y Pita da Veiga que permanece grabado en piedra

Han sido varias las ocasiones en las que hemos tratado en esta página algunos ejemplos representativos de la heráldica coruñesa, una muestra de la historia de la ciudad que queda reflejada en la piedra de las fachadas de viviendas, torres, palacios e iglesias.
En el repaso a los linajes que han dejado su huella en los edificios coruñeses no hay que olvidar la casa palaciega de los Cotón de Castro, Pardo, Ribadeneira, Temes, Toubes y Moscoso está situada en un excelente lugar de la bahía coruñesa del paseo de las Jubias; los Loureda y los Villar Ibáñez, cuyos blasones destacan por contener diversas particularidades que les otorgan un carácter diferencial respecto a otros escudos; las armas de los Santiso, Pardiñas, Villardefrancos, Luaces y Bermúdez de Castro, en el palacio de Cornide; o la magnífica lauda sepulcral de considerables dimensiones que se conserva en el templo románico de la iglesia coruñesa de Santiago, fuera de su primitivo lugar, y pertenece, según reza la inscripción, al maestre de campo Pedro Martínez y su mujer, Juana de Castro. En sus armas figuran los linajes de Martínez, Bermúdez de Santiso, Ribera, Figueroa, Castro, Moscoso, Villardefrancos, Andrade y Sotomayor.
Toda la ciudad de A Coruña está salpicada de este tipo de recuerdos de las familias nobles en forma de blasones.

Elviña
Como es habitual, la colaboración del pintor de Bellas Artes Ramón Manzano es crucial para hablar de estos temas de la heráldica coruñesa y hoy traemos a este espacio un nuevo escudo de armas de los nobles de esta ciudad, en este caso, las de los Piñeiro y Pita da Veiga.
En la parroquia de Elviña, asomando a la ría que separa el Pasaje de Santa Cristina, en un lugar de privilegio se alza un edificio del último tercio del siglo XVII o principios del XVIII, en donde al parecer habitaron las familias Serantes de Andrade y Blanco de Andrade.

Genealogía
Procedía este linaje de Ferrol y Puentedeume, (antaño se denominaba Puente de Eume) que son las que señorean este antiguo pazo del Pasaje. 
Los primeros de los que se tiene noticia son el capitán Francisco Blanco de Andrade y de su esposa Jacinta de Andrade y Pita da Veiga. Hijo de ambos fue Bartolomé Blanco de Andrade, que según consta se alista como noble hacia 1701. Se casa con Rosa Saco y Quiroga, siendo hijo de ambos José Blanco de Andrade Figueroa, nacido en 1706 y oficial de milicias. Por su parte, este se casa con Juana Vicenta Somoza y Rojas, a la sazón hija de Diego Somoza, regidor de La Coruña, y de Juana de Rojas.
En aquel tiempo esta rama familiar señoreaba el pazo de Serantes, en Ferrol. 
Hijo primogénito de José Blanco de Andrade y Juana Somoza, fue Ramón Blanco de Andrade y Somoza, que nace en la casa solariega de Serantes en 1728. Se casa con una dama hidalga de Puentedeume, Francisca Javiera Maldonado Pita da Veiga y Bermúdez de Castro, a su vez hija de Joaquín Maldonado y Andrea Bermúdez de Castro.
Hereda el pazo del Pasaje Bartolomé Blanco de Andrade Maldonado y Pita da Veiga, hijo de Ramón Blanco de Somoza y de Francisca Javiera Maldonado Pita da Veiga y Bermúdez de Castro, que se desposa con Teresa Fernández de Fole y Lavandeira.
Hijo de ambos fue el regidor perpetuo de La Coruña, Ramón Blanco de Andrade, que contrajo nupcias, con Francisca Lanz. Ambos residían en la Casa Grande del Pasaje a mediados del siglo XIX, siendo nieta suya y señora de esta casa Catalina García Blanco de Andrade, que vivió en ella durante gran parte del pasado siglo.

Heráldica
En la chimenea de la casa, una hermosa piedra armera parece traer labrados en ella, en escudo cuartelado, un árbol, torre o castillo con águila explayada en sus almenas y otras figuras heráldicas que no son descifrables y que pueden representar los linajes de Piñeiro, Pita da Veiga y Saco, todas en su primer cuartel.
En el segundo cuartel de la piedra está un castillo y sobre él, una figura humana o animal blandiendo una espada y un estandarte en sus manos. Debajo parece haber tres figuras que pudieran ser de reptil.
El tercer cuartel parece ser partido y cortado en jefe: cuatro palos en su primera partición y un árbol en la segunda en punta, lo que pueden ser cinco dados y debajo una  figura heráldica.
El cuarto cuartel, en su primera partición presenta un caballo blande una lanza montada de una figura indescifrable y en la segunda partición, cuatro bandas.
Mientras, en la fachada que mira a poniente y empotrado en una parte próxima a la chimenea, cuya arquitectura se halla notablemente alterada, se conserva un segundo escudo de época imprecisa. 
Parece contener armas de diversos apellidos y linajes de la casa, cuya similitud con las descritas parece evidente. En el primer cuartel aparece una torre, más bien un castillo, con otras figuras a su lado. En lo que puede ser el segundo cuartel o segunda partición parece haber un árbol entre otras piezas y figuras. En el tercer cuartel puede estar una figura humana junto a otras de animales. Sorprenden las alteraciones arquitectónicas sufridas por este notable edificio de finales del siglo XVII, que lo han convertido en un ejemplo de lo que hoy se denomina “feísmo”. l
 

Reportaje | El linaje de los Piñeiro y Pita da Veiga que permanece grabado en piedra

Te puede interesar