La inmobiliaria evita aclarar si la venta de Meirás incluye las estatuas

La inmobiliaria evita aclarar si la venta de Meirás incluye las estatuas
El pazo se vende desde enero, pero las estatuas se depositaron la semana pasada |M.M.

La inmobiliaria cántabra especializada en casonas, palacetes e islas privadas a la que los Franco han encargado la venta “en exclusiva” del Pazo de Meirás evita aclarar si las estatuas de Abrahán e Isaac, del Mestre Mateo, han sido incluidas en el inventario de bienes que, según confirmó un portavoz de la propia empresa, se elaboró como paso previo a la incorporación del BIC al catálogo de Mikeli Luxury Real Estate.
Este diario se puso en contacto con esta empresa a través de distintos medios y, aunque hubo contestación, nadie ofreció una respuesta lo suficientemente clara como para disipar si Abrahán e Isaac están entre los “detalles especiales” –cuadros, piezas arqueológicas, blasones, cruceros o decoración– que, con el inmueble y las seis hectáreas de terreno, los descendientes del dictador venden por ocho millones de euros dos meses después de la muerte de la matriarca, Carmen Franco.

Entre las imágenes con las que se ilustra la propiedad, ninguna del interior, pero sí una selección de instantáneas del exterior de los jardines, de la capilla y la construcción principal, de “estilo romántico”, con “tres torres cuadradas/almenadas de tres alturas que se unen mediante cuerpos más bajos” y 1.002 metros cuadrados de superficie, el único dato numérico, al margen del precio, incluido en el anuncio de MiKeli.
“La inclusión del Pazo de Meirás en el catálogo de Mikeli Luxury Real Estate supone un gran hito profesional para la empresa, pues se trata de un lugar emblemático y muy conocido no solo en España sino también fuera de nuestro país”, señaló hace unas semanas la inmobiliaria, con sede en el santanderino Paseo de Pereda.
Origen

El anuncio, que salió a la luz una semana después de conocerse la intención de los siete nietos del dictador de vender su residencia de veraneo, hizo saltar como resortes a las autoridades autonómicas, provinciales y municipales, entregadas desde hace meses a la investigación del proceso que derivó en la entrega de As Torres de Meirás a Franco.
Las conclusiones de uno de los informes, elaborado a propuesta de la Xunta pro Devolución do Pazo de Meirás y de la Diputación de A Coruña, avala la idea que de Franco se valió de una “artimaña” en 1941 para que la Ley de Patrimonio Nacional, aprobada por su propio gobierno solo un año antes, no le impidiera quedarse con el Pazo Meirás que, por otra parte, él mismo había aceptado como donación del pueblo gallego al jefe del Estado en 1938.
Así, los autores del dictamen abogan por presentar una demanda civil ante los tribunales para demostrar que Meirás es desde 1938 un bien público y que los herederos del dictador deben devolverlo al Patrimonio Nacional sin recibir ni un euro, siendo esta la línea en que trabaja la Xunta pro Pazo y la Diputación.

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