Crimen Ponte Caldelas: El acusado se declara culpable

Crimen Ponte Caldelas: El acusado se declara culpable

Marcos Vidal González, el hombre que mató a puñaladas en Ponte Caldelas (Pontevedra) al marido de una mujer con la que mantuvo una relación sentimental, ha reconocido su culpabilidad en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia de Pontevedra.

"Me declaro culpable y siempre me declararé culpable", ha señalado el acusado ante el jurado popular que juzga este crimen cometido en noviembre de 2015. "Yo lo que quiero es cumplir mi condena tranquilo", ha añadido.

En su intervención, Vidal ha dicho a los miembros del jurado que no desea piedad, ya que "si yo perdiera a un hijo pediría que encarcelaran a esa persona o que la fusilasen".

La Fiscalía le atribuye un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y solicita una pena de 20 años de prisión, que la acusación particular que representa a los padres de la víctima eleva a 25, y ocho de libertad vigilada.

Además, reclama que Vidal, que está en prisión provisional desde que se entregó tras cometer el crimen, no pueda acercarse a la viuda durante 25 años y que indemnice con 90.000 euros a la misma y con 40.000 a cada uno de los padres de la víctima.

Su abogado, Diego Reboredo, ha negado este lunes a la puerta de la Audiencia que su cliente se ensañase con la víctima y ha rechazado la existencia de alevosía.

En cambio, ha pedido aplicar la atenuante de confesión que reconoce la Fiscalía, otra de "arrebato, obcecación o estado pasional" y una tercera de dilaciones indebidas por un "retraso injustificado" en la instrucción del caso cometido hace casi cuatro años.

El crimen se produjo el 28 de noviembre de 2015 cuando el acusado, que un año antes había tenido una breve relación con la mujer de la víctima durante un período de separación de la pareja, acudió a Ponte Caldelas para comprobar si el matrimonio había vuelto a convivir.

Vidal accedió al edificio aprovechando que salía uno de los vecinos y se encontró con la víctima, Manuel Rivas, quien, en ese momento, abandonaba su casa y le preguntó si vivía de nuevo con su esposa.

El acusado obligó a la víctima entrar de nuevo en la vivienda y después de comprobar que la pareja había retomado su relación entabló con él un forcejeo y le asestó hasta quince puñaladas con una navaja.

Aún con Manuel consciente, el acusado llamó a la mujer desde el móvil de la víctima, a la que contó la agresión y, según el relato del fiscal, le pidió que escuchase cómo agonizaba.

Después fotografió a Rivas, aún con vida, se la envió a su esposa y le propinó una última puñalada en la espalda, lo levantó del suelo y lo dejó tendido sobre la cama.

Tras el crimen volvió a su casa, se cambió de ropa y avisó a su hermano para que lo llevase de nuevo hasta Ponte Caldelas, desde donde llamó al 112 para relatar lo sucedido y entregarse, junto con la navaja, a la Guardia Civil.

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