El rey Felipe VI ha decidido convocar una nueva ronda de consultas con los representantes de los partidos políticos para “constatar” si puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno “que cuente con los apoyos necesarios” para ser investido o de lo contrario, procede convocar nuevas elecciones.
El monarca comunicó ayer esta decisión al presidente del Congreso, Patxi López, basándose en lo establecido en el artículo 99.4 de la Constitución. Así, las nuevas consultas se celebrarán los días 25 y 26 de abril.
La finalidad de esta ronda, según informó la Casa Real es “constatar si, de la disposición que le trasladen los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria” puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza; o, en ausencia de una propuesta de candidato, proceder a la disolución de ambas Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales en el momento que constitucionalmente corresponda.
Relación
Además, el monarca y Patxi López acordaron que el 21 de abril el presidente del Congreso le hará llegar al rey la relación de los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria y ese mismo día se le comunicarán a López las fechas y horas en las que serán recibidos, “lo que oportunamente les será notificado por el Congreso de los Diputados el día 22 de abril”.
Según establece la Casa Real, en caso de que la consulta acabe con una propuesta de candidato a la Presidencia, López procedería a convocar el Pleno del Congreso de los Diputados para el debate de investidura. En caso contrario, si la nueva ronda termina sin una propuesta, el rey procedería “en los términos previstos en el artículo 99.5 de la Constitución, a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales con el refrendo del Presidente del Congreso”.
A este respecto, el presidente del Congreso entiende que “lo lógico” es que no haya una nueva investidura si el Rey no tiene garantías de que vaya a prosperar, pues considera que, a estas alturas, ya no vale un debate fallido como el que protagonizó Sánchez. López explicó que se trata de una “ronda final para constatar si efectivamente hay posibilidad de nombrar candidato con peso suficiente para ser investido”.
En la actual coyuntura, cuando hay un plazo límite para un nuevo Gobierno que evite la repetición de las elecciones generales, López entiende que el rey no tiene obligación de proponer un nuevo candidato a la investidura si no existen garantías de que ese intento va a prosperar. “Lo lógico es que el rey propusiera a alguien que acreditara que tiene una mayoría parlamentaria para sacarlo adelante y que no vamos a tener una investidura fallida”, opinó. A su juicio, el límite para proponer candidato es el día 27 de abril porque hay que convocar un pleno con 48 horas de antelación y con primera votación el día 30.