El deportivismo sigue festejando el retorno a Primera División. Después del encuentro ante el Jaén se desató la emoción en forma de fiesta total. En todas las calles de la ciudad ondearon las enseñas blanquiazules, brindaron las almas coruñesas e invocaron a un futuro de esperanza para el club que representa una forma de ser. La nuestra.
Fue una noche larga y, como no podía ser de otra forma, muy especial. Después de celebrar el ascenso en Cuatro Caminos con la afición, los jugadores cambiaron el escenario para su momento más íntimo. Los locales del Playa Club, como en el último ascenso, fueron testigos de otra reunión inolvidable.
La felicidad de jugadores, técnicos, consejeros, patrocinadores, periodistas... deportivistas, inundó de alegría las horas golfas de la madrugada. Fernando Vázquez disfrutó de su momento. Lo ha conseguido. Siendo realistas pocos hubieran apostado por estar esta tarde en María Pita, la plaza más bonita del mundo. Y ahí estará. El profesor celebró con los suyos el ascenso, recibió los abrazos y el cariño que él mismo ha dado tantas veces a esta afición. Fernando, como todos los presentes, se lo pasó en grande en su primera celebración magna e importante en el RC Deportivo. Ver volar y brincar al de Castrofeito no tiene precio. Es un espectáculo. Ciertamente no se ganará la vida en las pistas de baile. Eligió la profesión correcta. Tuvo suerte, además, de que la Guardia Civil de Tráfico no le hizo soplar. La verdad es que la mayoría de los presentes estaba-estábamos perfectamente cocidos.
Era también el estreno en estas lides del nuevo consejo de administración. No obstante la sensación que hay no es de cambio traumático, sino de que todo debe fluir con naturalidad. Tino Fernández lleva ya muchos años siendo parte importante del Deportivo y ayudando desde la retaguardia. Desde hace unos meses está en la punta de lanza, pero a decir verdad parece que lleven mucho más tiempo en el cargo, o quizá sea porque, en definitiva, el club sigue siendo el mismo. Se busca mantener lo que ha funcionado bien y mejorar lo que no marcha dentro de los parámetros de la entidad. El presidente también recibió los abrazos de cariño y respeto de los presentes. Se animó con el micro, con más tablas que un torero, y la respuesta entregada del personal. En el caso del ‘presi’ también hemos de hacer una puntualización, cantar no es lo suyo. También acertó escogiendo su camino, pero pueden creer que el personal más cercano a este deportivista de la Plaza de España está deseando festejar la permanencia, la ‘UEFA’ (que parece que mola más que la Liga Europa) o lo que venga para verlo de nuevo en acción arengando a la multitud.
Una de las celebraciones que recuerdo con más cariño de las muchas (todas) por las que he pasado desde principios de los 90, es la de la Copa del Rey, en Madrid. Éramos muchos periodistas coruñeses en el Asador Donostiarra, acompañando al equipo. El sábado había menos plumillas deportivos. Al ser la fiesta en casa nos dispersamos más.
Me recordó mucho a aquel momento por la espontaneidad de la celebración dentro de no dejar nada al azar, por la juventud del consejo, por la entrega de  los deportivistas. Por la ilusión ante el futuro. Muchísima ilusión. Se puede notar e incluso palpar.
Las sensaciones en estos días, o noches, en las que se celebra un éxito son parecidas y tienen el mismo fondo, idéntico corazón, pero ha detalles que las hacen cambiar para que no sean iguales. El ascenso de 2014 será el ascenso de 2014, pero seguro que a cada deportivista le recordará a otra situación parecida vivida anteriormente. En mi memoria tengo presente que hace 20 años el fútbol cumplía con el Deportivo levantando el primer título. El fútbol ha cumplido de nuevo al volver a Primera. Nexo: en ambos casos era muy importante conseguir el objetivo y, si me apuran, en este, vital.
Sobresalía la felicidad de Manuel Pablo, eterno capitán. Saber que hay referentes en la plantilla, con años de servicio, para mandar, enseñar y formar a las futuras generaciones, es otra de las garantías de que el mensaje deportivista se irá transmitiendo. El ‘2’ del Depor tenía una sonrisa de oreja a oreja, y eso que no le pusieron una mísera botellita de ron de Arehucas que echarse al gaznate, que dicen los canarios que es el mejor ron del mundo. No hizo falta. La sonrisa de este jugador es como la de Risi. No es de pega, sino de verdad.
Los ‘toreros’, sobre todo los más jóvenes, tienen fuelle para encender un horno de combustión. Rayando el alba continuaban festejándolo en otro local herculino. Pasaron de Riazor al Puerto. ¡toma localizaciones, toma escenarios, qué bella es Marineda! Seguirles el ritmo es complicado, pero hay que hacer notar que los presentes se portaron de manera acorde con la celebración y bajaron copas a la velocidad del estornudo. Si hay un día para celebrar es éste, si hay una noche para soñar hasta el día, era la del sábado.
Tres nombres, Tino, Fernando, Manuel Pablo, que representan lo que es este Deportivo. Pero hay más en este club, decenas de ellos. No faltaron a la fiesta, a fundirse en abrazos. Los profesionales de la entidad tuvieron su noche y su alborada, compartida por muchos que les quieren y les respetan.
Era bien de día. A Coruña amanecía hermosísima. Los restos de la celebración aún ardían, como en la mañana de San Juan. Poco a poco la ciudad se fue poniendo en movimiento, mientras los ‘toreros’ descansaban de su noche.
Por Cuatro Caminos, desde Riazor, regresaba con la primera luz de Marineda, cansado y feliz, un deportivista más, camino de A Gaiteira. Recordando lo vivido hacía unas horas, hacía 20 años y pensando, casi vencido por el sueño, en una especie de delirio onírico con la pertinente dosis etílica, en que las grandes historias son largas, sus capítulos épicos y de epopeya, como el de esta temporada.
Soñaba despierto con una nueva celebración, con metas que prefiere no contar ni cantar en alto, y más en el momento en el que estamos, en el que hay que exprimir cada euro. Pero soñaba. Y eso es lo más grande que nos puede dar el RC Deportivo de La Coruña. Seguir soñando.
Si alguna vez has subido a una montaña puedes repetirlo. La ilusión de toda la enorme familia que forma este club es tangible. El Depor ha vuelto a Primera. Un capítulo de una gran historia que continúa porque hay gente dentro de es te club, toda, que pondrá su vida en el empeño. Como continúan las celebraciones, hoy con María Pita por testigo.
Seguimos soñando. Nunca dejaremos de hacerlo. ¡Forza Depor!