Las olas invaden el Paseo Marítimo y anegan varios negocios en Riazor

Las olas invaden el Paseo Marítimo  y anegan varios negocios en Riazor
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Después de una semana de relativa calma, el océano volvió a hacerse notar. Esta vez no fue necesaria ninguna ciclogénesis explosiva. La combinación de fuertes vientos y mareas altas bastaron para crear lo que el director de Seguridad Ciudadana, Carlos García Touriñán calificó como “el peor temporal de mar que ha sufrido la ciudad en lo que va de invierno”. Las olas volvieron a subir por los arenales del Orzán y Riazor e invadieron la calzada de la avenida de Bueno Aires, colándose en varios de sus negocios y destruyendo varios cristales.  
 La pleamar estaba prevista a las seis de la tarde pero una hora antes ya tuvieron lugar las ondas más fuertes, las que produjeron los mayores destrozos.  “Fue impresionante la fuerza  con la que golpeó –recuerda Maite Fernández, que lo presenció desde el Gasthof– el agua se levantó varios metros y corrió por todo el asfalto y se metió en los locales que había delante. Cuando golpeó en los edificios, saltó un metro por lo menos”. En total, cerca de media docena de negocios, incluidas una panadería, un restaurante chino, una cafetería y una cervecería resultaron afectados por el oleaje.
En los peores momentos, la escollera de Las Esclavas se vio prácticamente convertida en una isla. “Las olas estaban a al altura del colegio”, asegura Fernández. Afortunadamente, las autoridades habían tomado medidas y el Ayuntamiento había desplegado efectivos de la Policía Local y Bomberos, así como de Protección Civil, en el Paseo Marítimo, que ya estaba cortado en el tramo frente a la playa de Riazor a las cuatro de la tarde.
Con lo que no contaban los servicios de emergencia era que el mar consiguiera sobrepasar la barrera del Paseo Marítimo en el punto donde tiene mayor altura, frente a Los Salesianos. De hecho, era la primera vez que algo así ocurría en la historia reciente de la ciudad, dado que el Paseo Marítimo había resistido hasta ahora los embates del mar a la altura de las calles de San José o o la de la playa de Matadero. El agua también llego hasta el edificio de Hacienda. Todo el Paseo Marítimo a la altura de los arenales de Riazor y el Orzán era cortado al tráfico por agentes de la Policía Local que contemplaban, junto al público que había acudido allí, los esfuerzos del mar por volver a inundar la calzada.  Más allá, la senda peatonal de la Torre de Hércules tenía que ser clausurada al público, igual que el Campo da Rata.
No fue hasta las cinco y media de la tarde cuando la marea empezó a retroceder y los servicios de limpieza se pusieron en acción y trabajaron durante dos horas. A las ocho de la tarde se restablecía el tráfico hasta Modesta Goicouría y a las nueve volvía la normalidad en todo el Paseo Marítimo. n

Las olas invaden el Paseo Marítimo y anegan varios negocios en Riazor

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