Un perturbado desata la alarma en Madrid con una falsa amenaza de bomba

Un perturbado desata la alarma en Madrid con una falsa amenaza de bomba
GRA025 MADRID, 02/01/2015.- Viajeros en las cercanías de la estación de Atocha de Madrid que ha tenido que ser desalojada después de que un hombre, ya detenido, amenazara con suicidarse dentro de un tren con explosivos que, segú

Un joven magrebí que recibe tratamiento psiquiátrico desató la alarma en Madrid por una falsa amenaza de bomba en un tren que entraba en la estación de Atocha, que fue desalojada durante más de una hora al activarse el protocolo antiterrorista ante la posibilidad de que fuera un atentado.
Las amenazas proferidas por el individuo sobre su intención de inmolarse con un supuesto explosivo que llevaba en una bolsa, junto a su fisonomía de rasgos árabes, provocaron que los pasajeros del convoy parasen el tren y salieran corriendo presos del pánico al revivir los atentados terroristas del 11M.
La Policía detuvo al joven fuera de las instalaciones ferroviarias, al identificarlo con la descripción que dieron los pasajeros, y la única explicación al suceso es que sufre problemas mentales y recibe tratamiento psiquiátrico desde 2013.
El detenido, nacido en 1993, no tiene antecedentes por “supuestas o posibles vinculaciones con redes islamistas o radicales”, según ha destacado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha subrayado la “celeridad” y “profesionalidad” con la que han actuado las fuerzas de seguridad y el “comportamiento” de todos los ciudadanos afectados.
La confusión de lo que estaba sucediendo, salvo en los testigos directos de los hechos, hizo que la incertidumbre y el miedo se desatara entre el resto de los pasajeros del tren afectado y en los de otros convoyes que fueron desalojados por la policía sin explicar los motivos de la alerta.
Tras descubrirse que todo había sido una falsa alarma, una pasajera llamada Marta relató: “Ha entrado diciendo que se iba a suicidar con algo en la mano. Creía que llevaba pistola, porque llevaba la mano todo el rato dentro del abrigo. Y que se iba a suicidar y que no se iba solo”.
En la mente de los pasajeros que vivían la escena se les representó el fantasma del 11 de marzo de 2004, en el que murieron 190 personas en una acción terrorista planificada en varios trenes de cercanías que se aproximaban a Atocha. Pero todos, en el fondo, querían pensar que no podía volver a suceder lo mismo.
La alerta antiterrorista se disparó a las 9.48 horas en un convoy de la línea de cercanías C-1 cuando se encontraba a 700 metros de su parada en la estación de Atocha.
Un individuo que portaba una bolsa de plástico en la mano se levantó del asiento profiriendo amenazas y anunciando que se iba a inmolar con la bomba que llevaba en una bolsa, según el relato hecho por el ministro del Interior.
Se produjo entonces un gran revuelo en el vagón y todos los pasajeros, tras tirar del freno de emergencia, descendieron corriendo del tren, entre ellos el supuesto suicida, que también huyó a la carrera
Ante el aviso, todos los trenes que circulaban en las proximidades de Atocha se detuvieron y se dio la orden de desalojo, por lo que la bocana de la estación se convirtió en una marea de viajeros cruzando los raíles.

Un perturbado desata la alarma en Madrid con una falsa amenaza de bomba

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