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martes | 16 abril | 2024
La nueva edición de Viñetas desde el Atlántico de A Coruña sigue atrayendo día tras día a grandes artistas del panorama internacional del cómic. Ayer fue el turno de los canadienses Cameron Stewart y Julie Rocheleu y el francés Nob.
Stewart fue el primero en tomar la palabra. El natural de Toronto es uno de los más destacados talentos del cómic actual. Trabajó para Marvel y en la actualidad lo hace para el otro gigante estadounidense de la industria, DC. Ha colaborado en la elaboración de las aventuras de superhéroes icónicos como Batman, Catwoman, Constatine o la adaptación del videojuego Assasins Creed.
Uno de los últimos proyectos de Cameron ha sido el de llevar a las viñetas la película “El club de la lucha”. “Me reuní varias veces con Chack Palahniuk, el creador de la novela original, y trazamos un plan para desarrollar esta nueva historia”, comenta Stewart. También tubo tiempo de hablar sobre el lavado de cara que DC le encargó para Batman. “El Caballero Oscuro de Frank Miller es uno de mis cómics favoritos y marcó un antes y un después en el personaje. Era muy oscuro y genial, por eso Dc quiso crear un personaje más abierto para otros públicos”.
La ilustradora canadiense Julie Rocheleu posee una carrera muy ligada al séptimo arte. Su primer trabajo fue como creadora de storyboarding para varias películas en su ciudad natal, Montreal. En el año 2010 dio el salto al cómic con la obra “La fille invisible”, basado en un guión de Emilie Villenueve. El trabajo más reciente de Julie, todavía no publicado en España, es “La petite patrie”:. “Es una crónica de la vida en un popular barrio de Québec vista a través de los ojos de un niño de ocho años, en los albores de los años 40, nos propone una historia con aires de nostalgia”.
Por último, Nob, se quitó rápidamente la etiqueta de autor de cómic infantiles. “Mis dibujos pueden parecer a primera vista solo para niños, pero hay muchos matices que solo pueden ser captados por los ojos de un adulto”. comentó. Una de sus obras más famosas es “Mamette”, una señora mayor que se comporta como una niña de tres años. Un argumento que corrobora en su totalidad la percepción de Nob. l
