Treinta años de los Goya: una historia de galas polémicas

Treinta años de los Goya: una historia de galas polémicas
CUL41. SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2/02/2012.- (De i-d) El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; Ángel de la Cruz, de "Arrugas"; Manuel Cristóbal del mismo filme de animación y Alberto Vázquez de "B

La Academia de las artes y las ciencias cinematográficas de España celebra hoy, 6 de febrero, la 30 edición de los premios Goya, una ceremonia con la que se culminan tres décadas marcadas por pequeñas anécdotas como las primeras estatuillas desmontables, los niños precoces premiados que ya no podrá repetirse o algunas galas marcadas por la polémica y las reivindicaciones políticas.
La historia de este premio comienza por el nombre elegido, que buscaba ser corto y semejante a los de los Oscar o César que existían en Estados Unidos y Francia. Los académicos debatieron en asamblea sobre la conveniencia de elegir el nombre del pintor aragonés, con el impulso definitivo del director artístico Ramiro Gómez, quien recordó el concepto pictórico de Goya “cercano al cine”.
La primera edición de los Goya tuvo lugar en el año 1987 con un claro ganador, Fernando Fernán Gómez y su película “El viaje a ninguna parte”. Se dio además la casualidad de que el actor fue premiado en esta misma edición por su trabajo en “Mambrú se fue a la guerra”.
En esta edición, la primera estatuilla que se entregó (pesaba casi quince quilos) fue encargada al escultor Miguel Ortiz Berrocal y se trataba de una obra desmontable que combinaba el busto del pintor Francisco de Goya con una cámara cinematográfica.
Años después, se encargó al escultor José Luis Fernández una nueva estatuilla con un busto en bronce, más pequeño, que representa al pintor. Esta escultura, que pesa casi tres kilos, es la oficial desde 1990.

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