Javier Etcheverría, presidente del banco Etcheverría, recibía ayer el premio al Liderazgo Empresarial, que concede la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), porque ha sido un “ejemplo” que ha contribuido en el progreso de la ciudad y ha “ultrapasado nuestras fronteras con audacia y valentía”, aseguran Antonio Fontenla, presidente de la CEC.
También mencionó el presidente de los empresarios que su éxito se ha sustentado en una gestión discreta y personalizada al crear un proyecto con el que “se aseguró de que el futuro banco mantenga su sede en Galicia”.
Se refería a la alianza con Banesco, a la que también aludió el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde. Una estrategia que le ha llevado a fortalecer el vínculo con iberoamérica. Una alianza que “terminou significando un novo rumbo para o escenario financeiro de Galicia”.
Conde subrayó que los valores que caracterizan a Etcheverría, como son la “prudencia, transparencia, solvencia, e saber facer” a la nueva compañía que está llamada a “xogar un papel clave na nosa recuperación económica”. En esta línea, el conselleiro quiso agradecer al galardonado “o seu papel para que puidésemos manter o centro de decisión financeira máis importante de Galicia”.

"aventura maravillosa"
Etcheverría también hizo mención a este proyecto empresarial al que se refirió como una “aventura maravillosa”, delante de un salón repleto de personalidades del mundo empresarial, como el presidente del Banesco, Juan Carlos Escotet, o políticas, como Conde o el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira.
“Este premio no lo merezco, soy un empresario modesto, me defino como un modesto banquero de pueblo”, aseguró el galardonado, que aprovechó su intervención para defender a la figura del empresaria porque es la “columna vertebral de la sociedad” y una “institución fundamental”, continuó.
Además, manifestó sentirse “feliz” y “orgulloso” de recibir el premio. No obstante, Etcheverría aseguró sentirse “preocupado e inquieto” con un premio al liderazgo, ya que nunca se ha sentido “líder de nada en absoluto”. Afirmó ser un “simple trabajador” que había recibido “la herencia de un pequeño banco betanceiro” que ha podido desarrollar con su “familia y colaboradores”.