La Guardia Civil se incauta de más de 1.500 kilos de sardinas sin identificar

La Guardia Civil se incauta de más de 1.500 kilos de sardinas sin identificar
El pescado hallado en la furgoneta fue incautado y entregado al Bando de Alimentos

El servicio marítimo de la Guardia Civil propinó esta semana un nuevo golpe contra los incumplimientos a la ley de Pesca al incautarse de tonelada y media de sardina con destino a la localidad de Matosinhos, en Portugal. Los agentes del Instituto Armado interceptaron en la madrugada del jueves una furgoneta con matrícula portuguesa cuando cruzaba la salida del muelle de San Diego. En su interior encontraron cien cajas de sardinas.
El conductor no pudo presentar documento alguno que permitiera determinar el origen del pescado, así que se procedió a su incautación y a redactar una denuncia por infracción a la ley 11/2008 de pesca de Galicia. Las sardinas acabaron en el banco de alimentos. 
En el último mes, la Guardia Civil ha estado muy activa. El 10 de agosto, el servicio marítimo provincial decomisaba 1.361 kilos de jureles de la sala uno de la Lonja. Los agentes se llevaron dos palés con 44 cajas de este pescado cada uno tras visionar las cámaras de seguridad de la infraestructura y comprobar que “se identifica a un empleado de la Lonja saltándose el pesaje de la mercancía e introduciéndola en la sala de subastas”. El 6 de julio, el Servicio de Inspección Veterinaria de Guardacostas de la Xunta se incautaba de 45 toneladas de cigalas en la lonja. Según fuentes del Instituto Armado, este marisco se vendía de forma ilegal, fuera de las salas de subasta, a grupos cerrados de compradores  
Sin contar este último decomiso, en lo que va de año la Guardia Civil se ha incautado de alrededor de 4.000 kilos de distintos productos en el puerto coruñés, tanto dentro como fuera de las instalaciones de la Lonja. Un 0,015% de la pesca fresca desembarcada hasta este mes. 
Desprestigio 
Esta situación ha provocado malestar en el sector. El presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, comentó a este diario en una reciente entrevista que el asunto de la cigala no fue del todo como se dijo, que parece que solo ocurren estas cosas en el recinto portuario coruñés y que, además, de alguna manera se “relaciona al Muro con la venta fraudulenta, cosa que no es cierta y que puede llegar a dañar su imagen e, incluso, a las empresas y minoristas que allí trabajan” e insiste que las continuas acciones del Instituto Armado están desprestigiándola.
Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil aseguran que no se está presionando más a la lonja coruñesa que a cualquier otra de las de Galicia. “Lo que ocurre es que hay muchos que no cumplen las normativa europeas referente a etiquetado de las capturas para su trazabilidad”, señalan estas mismas fuentes, que recuerdan que las normas están para cumplirlas: “A veces los compradores no tienen culpa, porque la documentación que les dan está mal. Pero hay mucho pirata entre la gente de mar”. 

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