Los candidatos cruzan reproches por la baja participación de militantes

Los candidatos cruzan reproches por la baja participación de militantes
Cospedal se fotografía con un grupo de simpatizantes en Algeciras | A. Carrasco rangel (efe)

La baja participación de los militantes del PP para elegir al sucesor de Mariano Rajoy sigue generando un intenso debate interno y provocó incluso cruces de reproches entre los candidatos sobre ese 7,6% de los afiliados que se inscribieron para votar.
Soraya Sáenz de Santamaría no quiso entrar ayer en esta discusión, pero sí lanzó un mensaje implícito a sus dos más directos adversarios, y en el Congreso, cuando se le preguntó si las cifras oficiales de afiliados –más de 800.000– estaban infladas, dijo que ella no estaba en los asuntos del partido y que mejor podrían contestar Casado o Cospedal.

Autocríticos y realistas
Un envite al que el vicesecretario de Comunicación respondió subrayando que Sáenz de Santamaría estuvo en el aparato del partido desde 2004 y Cospedal desde 2008, para subrayar después que todos tienen que ser “autocríticos” y “realistas” y admitir que el número de participantes en la votación –más de 66.000– es mejorable.
El diputado por Ávila, que anoche pidió al comité organizador que amplíe los plazos de inscripción, ayer admitió en un acto con Maíllo que se tienen que respetar las normas, pero más tarde, en Salamanca, ha prometido que, si lidera el PP, “depurará” el censo.
En Lugo, Soraya Sáenz de Santamaría habló implícitamente de Casado cuando se refirió a la “contradicción” que ve en candidatos que tienen un discurso “más centrado en lo tradicional”, pero que lo dirigen “a la gente más joven”. Y consideró que lo que necesita el partido es “ampliar su base”.
Por su parte, José Manuel García Margallo pidió que se reflexione acerca de los “muy bajos” datos de inscripción a las primarias, que atribuyó a la desafección de los afiliados y a que el PP “vivió en un espejismo durante algún tiempo” sobre esta cuestión.
En declaraciones a los medios en Barcelona, antes de reunirse con afiliados en la sede del PP Catalán, Margallo admitió que “lo cierto es que los datos de inscripción son muy bajos” y puso un ejemplo histórico como símil de la situación del partido.

Fachada de cartón
“El príncipe Potemkin, cuando Catalina de Rusia paseaba en ferrocarril por el imperio y los pueblos no eran excesivamente bonitos, ponía delante una fachada de cartón que duraba hasta las siguientes lluvias. Aquí (en el PP) hemos vivido en un espejismo durante algún tiempo. Y, cuando han llegado las lluvias, el espejismo ha desaparecido”, expresó.
Así, contestó que “lo primero que hay que decir es que no somos tantos como creíamos” y, en ese sentido, hizo un llamamiento a “reflexionar sobre la desafección de los afiliados, que probablemente han sentido que el partido no era suyo, sus opiniones no eran tenidas en cuenta y su participación era pasiva”.

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