Historia de los grandes almacenes coruñeses

Historia de los grandes almacenes coruñeses
Almacenes El Pote, Juan Flórez

Tres han sido las grandes superficies comerciales autóctonas de A Coruña, las cuales desaparecieron con la llegada de las foráneas y acabaron cerrando sus puertas para siempre. Sin embargo, nos queda el recuerdo de su compromiso con el desarrollo de la ciudad y los puestos de trabajo de carácter indefinido en todos ellos. Eran otros tiempos y otra forma de entender el comercio. Comenzaré por el más importante de todos y el considerado de lujo como era “El Pote”.
Nace este establecimiento en el verano de 1930 de la mano de Luis Conde Vázquez, quien abrió una ferretería en la plaza de Pontevedra, esquina con Francisco Mariño, después de haber sido representante de la ferretería coruñesa Viuda de H. Hervada, sita en la calle Real. En su recién abierto establecimiento colocó un gigante pote gallego de hierro, que dio nombre al comercio y llegaría a ser el referente comercial coruñés. Con el paso del tiempo se consolidó como una sociedad anónima dedicada a la ferretería, herramientas, material eléctrico, caza y pesca, así como loza, cristal, recambios para motores, maquinaria agrícola, etc. Años más tarde comercializó los famosos vehículos “Mini Morris” ingleses y todos los modelos de la casa matriz “Austin”, pues poseía la concesión para A Coruña, Santiago, Ferrol y Lugo.
Esta pujanza económica llevó a la firma a levantar un nuevo edificio en Juan Flórez, esquina a con Francisco Mariño, bajo la dirección del arquitecto Antonio Vicente, con características similares al edificio “Capitol” de Madrid.
Además, “El Pote” levantó en 1946 otro comercio más, en la avenida de Finisterre 13, con salida al 8 de la calle del Médico Rodríguez, a donde trasladó la sección de ferretería al por mayor a la planta baja y en la primera acomodó las oficinas comerciales. En este mismo edificio quedaron instalados los talleres y venta de la concesionaria de autos “Austin” a comienzos de 1955 y hasta 1975, llegando esta empresa a tener unos cien trabajadores en sus diversas funciones.
Su fundador murió en Madrid en 1958 durante una reunión de la concesionaria “Austin”. Serían sus hijos quienes en 1967 hicieron realidad el viejo sueño de levantar en el antiguo solar que ocupó el Cuartel de la Guardia de Asalto y luego la Guardia Civil, en Juan Flórez 16, esquina a con Médico Rodríguez, los grandes almacenes “El Pote”, cuya construcción corrió a cargo del arquitecto Andrés Fernández Albalat. Fue el primer edificio comercial de A Coruña en contar con escalera mecánica.
Con el paso del tiempo la empresa entró en crisis y se desprendió de este edificio en el 2001, cuando pasó a ocupar su espacio la entidad hotelera Hesperia. En tanto, “El Pote” se mudó a la calle Francisco Mariño, en donde prosiguió la venta de artículos de menaje y decoración, cuya tienda cerró a finales de enero del 2015. Quedaba solo abierto el establecimiento ubicado en Perillo, con una exposición de muebles y listas de bodas que alcanzaba los 2.800 metros cuadrados y tenía aparcamiento propio, pero que cierra a finales del pasado mes de julio. Desapareció con ello una gran entidad comercial con mucho arraigo en A Coruña.
Otro de los emblemas comerciales de esta ciudad y competidor en precio y no tanto en calidad con “El Pote”, fue “Almacenes Casa Barros”. Esta empresa nació en 1943 y cerró en 2010. Elena Barros, en compañía de Francisco Domínguez, abrieron en la calle de Bailén un comercio de artículos de piel y complementos y luego abrieron otro en la calle Real 98, que pervivirá hasta el 2009 sería el establecimiento más popular de A Coruña. Sus colas en periodo de rebajas eran centro de atención de los coruñeses, que se veían reflejados en la prensa de la ciudad. Al jubilarse sus fundadores, los negocios pasaron a manos de sus hijos, los cuales no sabrían consolidar el gran proyecto heredado. Estos abrieron en la calle Torreiro en 1968 los grandes almacenes, que funcionarían hasta 1987, cuando cerró sus puertas. En esta fecha contaba con 128 empleados y el cierre sería por motivos económicos.
La desaparición de “Barros” fue letal para la economía coruñesa, arrastrando con ella a otras numerosas empresas, debido en parte al nuevo desembarco comercial de las grande cadenas de distribución.
Las últimas en sucumbir serían las “Galerías Maisonfor”, situadas en el 94 de la calle Real, donde se había ubicado anteriormente el cine “Savoy”, que abrió sus puertas en 1971 y las cierra en 1996, cuando en sus instalaciones trabajaban unos cien empleados.
Su fundador, Carlos Maisón Pérez, había nacido en Lejona-Vizcaya en 1918 y recaló en A Coruña en 1942. Había trabajado en la casa “For” de Bilbao y con ese mismo nombre bautizó al comercio que abrió en la calle Real 9.
Llegaría a tener varios establecimientos en esta ciudad, entre ellos; Santa Catalina, Sánchez Bregua, donde se harán varios desfiles de modelos; San Andrés y la Torre, frente al grupo escolar Curros Enríquez. Las “Galerías Maisonfor” pronto se hicieron un hueco entre los coruñeses, llegando a ser un establecimiento muy útil, situado entre el elitista “El Pote” y la popular “Casa Barros”. Allí acudían numerosos coruñeses a buscar lo que no hallaban en los dos anteriores establecimientos y también en las rebajas la gente se agolpaba en sus secciones, para lograr hacerse con las “mejores gangas”.
Habría otros muchos establecimientos con glamour en A Coruña, como fueron “Nuevo Mundo”, “La Fábrica”, “La Ganga”, “Galerías María Pita”, “Las Tres BBB”, “Eulogio Losada”, “Almacenes Pascual”, “La Villa de París”, etc. Y entre los que existen, están “Ekipos” en la Plaza de Lugo 28, “Mercería Cándida” en San Andrés 113, “La Crisálida” en San Andrés 42, etc.
Del comercio pequeño hablaremos en un próximo reportaje, como homenaje a todos los que hicieron de esta ciudad que fuese tan comercial.

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