Orinar en la vía pública se está convirtiendo en el principal motivo de sanción por incumplir la ordenanza de limpieza. Así lo confirman en municipios como el de Bilbao, donde en lo que va de año se impusieron 260 sanciones por este motivo, de las 367 que se contabilizaron en total. A Coruña no es menos. De acuerdo con los datos registrados por la Concejalía de Medio Ambiente durante 2010, cerca de la mitad de los 108 expedientes sancionadores que se tramitaron a lo largo del ejercicio pasado fueron por vulnerar el artículo 74 de la normativa, en el que se prohíbe “satisfacer las necesidades fisiológicas” en plena calle.
Pero esta “incontinencia” tiene penalización. Orinar en la vía pública está calificada en la ordenanza de gestión de residuos municipales y limpieza viaria como una infracción leve, por lo que las multas pueden alcanzar los 750 euros. Eso, si el infractor no es reincidente en menos de un año. En ese caso, las sanciones llegan a ascender a los 1.500 euros. Las zonas más propensas a registrar este tipo de denuncias son aquellas en las que se concentra un mayor número de locales nocturnos, u otros, como los jardines de Méndez Núñez, punto de reunión habitual durante los fines de semana para hacer botellón.
En el segundo puesto en cuanto al número de expedientes sancionadores contabilizados por el Ayuntamiento por vulnerar la ordenanza de limpieza se encuentran los grafitis. El gobierno local registró 14 denuncias por pintadas en la calle. En la normativa se prohíbe “realizar cualquier tipo de pintadas e inscripciones, tanto en la vía pública como sobre el mobiliario urbano o sobre muros, paredes de edificios, fachadas, estatuas, monumentos y, en general, cualquier elemento integrante de la ciudad”. Se libran de las posibles sanciones aquellos grafitis que se realicen “en los lugares expresamente habilitados al efecto”.
En este apartado, la infracción de los vándalos puede llegar a acarrear una multa de 1.500 euros en caso de que las pintadas afecten al mobiliario urbano destinado a la gestión de residuos o limpieza viaria, siempre y cuando “queden inservibles para su uso o cuando el coste de la reparación sea superior a más de un 30% de su valor de mercado”.

Residuos > La ordenanza de gestión de residuos y limpieza viaria se aprobó en 2005. Con ella, el Ayuntamiento pretendía actuar contra el comportamiento incívico de los coruñeses. Y en algunos aspectos, la normativa ha dado sus frutos. Así, si en 2007 la Concejalía de Medio Ambiente hablaba de una media de 25 multas al mes por tirar la basura en los contenedores fuera del horario fijado –de 20.00 a 24.00 horas, excepto de junio a septiembre, cuando el período para depositar las bolsas en los contenedores es de 22.00 a 24.00 horas–, según los datos del año pasado, el Ayuntamiento solo contabilizó nueve denuncias por incumplimiento de las normas relativas a los residuos urbanos. En la mayoría de los casos, tal y como señalan en Medio Ambiente, se trata de denuncias por depositar materiales “inadecuados” en los contenedores, como pueden ser cartones procedentes de obras o escombros.
Según explican en el gobierno local, aunque la Policía Local tiene capacidad para actuar en caso de que comprueben que alguien está incumpliendo la normativa, suelen ser los particulares los que presentan la denuncia, o avisan de las malas prácticas de establecimientos comerciales o de los propios vecinos.
Los datos del año pasado dejan más conductas incívicas. Así, Medio Ambiente registró seis denuncias por voltear papeleras, cuatro por desplazar contenedores de su lugar, cinco por verter agua sucia a la vía pública, una por sacudir alfombras por las ventanas o terrazas o dos por quemar residuos. También se prohíbe dentro de la normativa fijar carteles en la calle, salvo en los lugares autorizados. El año pasado se contabilizaron dos sanciones de este tipo. Destacan las siete multas por dar de comer a animales en la vía pública.