qué bonito sería que el PSOE y el PP fueran capaces de entenderse para poner un poco de cordura en la sinrazón en la que ha entrado el gobierno local de Ourense. Sería toda una lección de coherencia que ambas formaciones se olvidaran de sus intereses partidistas y fueran capaces de pactar un acuerdo de mínimos que permitiera que la ciudad volviera a funcionar y superara la crisis en la que la ha sumido la gestión de Gonzalo Pérez Jácome. La propuesta salió de Baltar y ahora Villarino parece que no quiere cerrar la puerta a esa posibilidad. Por ahora el camino por andar es largo y tortuoso y más si se tiene en cuenta la agresividad con la que la pandemia se está cebando en la ciudad de las Burgas, pero, seguro que todos y cada uno de los habitantes de Ourense lo agradecen. FOTO: GONZALO DÍAZ JÁCOME | aec