La lucha por rescatar a los niños de Tailandia

como ya sucedió en Chile, ahora los ojos de medio mundo miran a Tailandia angustiados, donde doce niños y su entrenador se encuentran atrapados a cientos de metros bajo tierra. La situación es desesperada, como demuestra el hecho de que uno de los rescatadores falleció al quedarse sin oxígeno mientras intentaba llegar a la cavidad en la que se encuentran los pequeños. Además, sobre la región se cierne la amenaza de la llegada de las lluvias del Monzón, que podrían provocar la inundación de la cámara en la que están refugiados los menores. La solidaridad internacional ha puesto en marcha su poderoso mecanismo y son muchas las personalidades y países que han ofrecido medios y ayuda. Parece que nadie está dispuesto a vivir una tragedia.