Una cláusula que quizá no sea buena

Una cláusula que quizá no sea buena

DICEN que la paternidad de la cláusula del miedo corresponde al Madrid. No se sabe si por medio la técnica del vientre de alquiler o de la más tradicional postura del misionero, pero el caso es que Florentino empezó a incluir unas disposiciones en los contratos de cesión que obligaban al club donde estaba prestado el jugador a pagar una cantidad desorbitada si lo alineaba contra el equipo blanco. La moda se extendió y ya se aplica en casi todas las cesiones. Por ejemplo, el Deportivo se la ha impuesto al Nástic y Albentosa no jugará el domingo. Hay quien considera que es un error descomunal impedir que el central esté en el campo. FOTO: albentosa, en abegondo | aec

Una cláusula que quizá no sea buena

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