11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
El Consejo General de Enfermería (CGE) hizo público un manifiesto con motivo del Día Internacional de las Enfermeras a favor de nuevas especialidades por las que el Estado y las comunidades no apuestan porque “solo interesa el modelo generalista, de “enfermera para todo”.
En este día internacional, que conmemora el nacimiento de Florence Nightingale –considerada la creadora de la Enfermería moderna–, el manifiesto reivindicativo, con el lema ‘Sin enfermeras no hay salud y sin salud no hay futuro’, insiste en la escasez de profesionales y recuerda que en España harían falta 95.000 enfermeras más para equipararse a los países del entorno.
“Exigimos que se creen categorías profesionales específicas de enfermeras especialistas, que se cataloguen los puestos de trabajo en todas las comunidades, que se abonen las especialidades como corresponde, diferenciándolas de la enfermera generalista, y que se creen nuevas especialidades para dar respuesta a los pacientes”, señaló el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.
En definitiva, el manifiesto pone el foco en la escasez de estos profesionales de la salud, la precariedad laboral, la sobrecarga asistencial y que no se considere a estos trabajadores aptos para ocupar puestos de responsabilidad.
Así, denuncian que la administración pública sitúa a los profesionales de Enfermería en el grupo A2 “cuando otros colectivos con su misma formación tienen un grupo superior” por lo que exigen que se les reconozca el nivel A, sin subgrupos.
Estas trabas, señala Pérez Raya, les impiden alcanzar todo su potencial como profesión y provoca que no puedan ofrecer la atención y los cuidados de calidad que se merecen los pacientes. A su juicio, todo esto obedece a “intereses corporativistas para que sigan perteneciendo al grupo A2 y mantener así un techo de cristal que les impide crecer como gestores y acceder a puestos de máxima responsabilidad”.
El manifiesto también alude a cómo la sobrecarga asistencial provoca ansiedad y depresión en estos profesionales y recuerda que el 85% vio afectada su salud mental durante la pandemia, llegando incluso a plantearse abandonar la profesión.
De hecho, según un estudio del CGE, el 67,5% de admite padecer episodios graves de ansiedad, el 58,6 % tiene insomnio y el 33 % sufrió depresión en algún momento de su vida profesional.
También aborda el manifiesto el tema de las agresiones y recuerda que estos profesionales no son responsables de los males del sistema sanitario, de las demoras en la atención ni de la falta de recursos.
Solo en 2021, según datos ofrecidos por el CGE, se notificaron 1.629 agresiones a este colectivo en forma de insultos, amenazas e incluso violencia física. Por ello, el CGE pide invertir y apostar por su desarrollo profesional “y su capacidad de crecimiento y entrega a los pacientes” pues ello repercutirá en una mejora calidad de los cuidados a la población.
