Gonzalo Peña, especialista en cardiología: “Lo peligroso de la hipertensión arterial es que suele ser asintomática en sus primeras etapas”

Gonzalo Peña, especialista en cardiología: “Lo peligroso de la hipertensión arterial es que suele ser asintomática en sus primeras etapas”
Dr. Gonzalo Peña, cardiólogo en el Hospital San Rafael

La hipertensión arterial es un problema de salud muy frecuente que tiene un carácter crónico y que afecta en torno al 20% de la población. Gonzalo Peña, especialista en cardiología en el Hospital San Rafael de A Coruña, brinda su perspectiva sobre la hipertensión, una condición cardiovascular de gran relevancia en la salud y las medidas preventivas que se pueden tomar para reducir su incidencia.


¿Qué es la hipertensión arterial y por qué es crucial controlarla?

 

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que la presión de la sangre en las arterias está elevada, lo que pone al corazón y los vasos sanguíneos bajo un estrés constante. Esta condición puede provocar daño a largo plazo en la vasculatura de los órganos, resultando en problemas graves como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, hemorragias y daño renal.

 

Lo peligroso de la hipertensión arterial es que suele ser asintomática en sus primeras etapas. Sin síntomas evidentes, las personas pueden no darse cuenta de que tienen hipertensión hasta que ya ha causado daños significativos, los cuales son a menudo irreversibles. Por eso, es fundamental un diagnóstico y control precoz para prevenir complicaciones a largo plazo.

 

Medir regularmente la presión arterial es una práctica esencial para la detección temprana de la hipertensión. Los médicos lo hacen de rutina en las consultas, utilizando un manguito de presión en el brazo. Los valores considerados normales pueden variar, pero una lectura persistente por encima de 130-135 mmHg es motivo de preocupación y debe ser evaluada por un profesional de la salud.

 

El manejo de la hipertensión puede comenzar con cambios en el estilo de vida, como:

 

- Reducir el consumo de sal.

- Hacer ejercicio regularmente.

- Mantener un peso saludable.

- Controlar el azúcar y el colesterol en la sangre.

 

Si estos cambios no son suficientes, habría que tomar la decisión de tomar un tratamiento farmacológico con pastillas.  Para obtener mediciones precisas de la presión arterial, es importante hacerlo correctamente:

 

1. Reposar al menos 5 minutos antes de la medición.

2. Realizar la medición tres veces seguidas para obtener un promedio preciso.

3. Tomar la presión en un ambiente tranquilo para evitar lecturas elevadas debido al estrés o nerviosismo.


El autocontrol de la presión arterial es clave en la gestión de la hipertensión. Los pacientes deben aprender a medir su presión arterial y a interpretar sus valores. Esto les permite llevar un seguimiento constante y detectar cualquier cambio a tiempo. Aunque el personal médico puede realizar mediciones periódicas, es el paciente quien debe encargarse de su monitoreo diario.

 

La hipertensión requiere un compromiso constante con la salud, similar a vigilar el nivel de combustible de un coche. Con un manejo adecuado, es posible mantener la presión arterial en niveles saludables y prevenir las complicaciones asociadas a esta condición.

 

¿Qué complicaciones graves puede causar la hipertensión no tratada?

 

La hipertensión no tratada puede causar daños significativos en varios órganos vitales, principalmente el cerebro, el corazón y los riñones. Estas son las complicaciones más graves:

 

- Puede provocar enfermedades coronarias como angina de pecho e infarto de miocardio, así como insuficiencia cardíaca, manifestándose como fatiga y falta de aire al caminar. 

 

- Puede llevar a hemorragias cerebrales y accidentes cerebrovasculares (ictus), que pueden causar daño neurológico grave, incluyendo parálisis y problemas de habla.

 

-  Puede causar enfermedad renal crónica, llevando a insuficiencia renal y, eventualmente, a la necesidad de diálisis o un trasplante de riñón.


¿Qué cambios en el estilo de vida podría recomendar para prevenir o quizás para manejar esta hipertensión? 

 

Para prevenir o manejar la hipertensión, se recomiendan varios cambios en el estilo de vida:

 

- Reducir la ingesta de sal: Limitar el consumo de sal, ya que algunas personas son muy sensibles a ella. En general, reducir la sal ayuda a controlar la presión arterial.

 

- Mantener un peso saludable: Perder peso puede reducir la necesidad de medicamentos para la hipertensión.

 

- Evitar el alcohol y el tabaco: Estos hábitos pueden deteriorar la salud cardiovascular y aumentar la presión arterial.

 

- Controlar otros factores de riesgo: Gestionar la diabetes y el colesterol es crucial para prevenir complicaciones.

 

- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física regular es una de las medidas más efectivas para controlar la presión arterial.


¿Cuáles son las opciones de tratamiento actuales para la hipertensión? 

 

Las opciones de tratamiento para la hipertensión abarcan diversas estrategias dirigidas a abordar esta condición de manera integral. 

 

En primer lugar, se enfatiza la importancia de implementar cambios en el estilo de vida, lo cual incluye adoptar hábitos saludables como una alimentación balanceada, la reducción del consumo de sal, la práctica regular de ejercicio físico y el control del peso corporal. Estos cambios constituyen el primer pilar en el manejo de la hipertensión y pueden tener un impacto significativo en la reducción de la presión arterial.
 

Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar adecuadamente la hipertensión, se recurre al tratamiento farmacológico. Existen diversas clases de medicamentos antihipertensivos disponibles, cada uno con su mecanismo de acción específico, y en algunos casos puede ser necesario combinar varios medicamentos para lograr un control óptimo de la presión arterial.

 

Es importante destacar que algunos pacientes pueden requerir múltiples medicamentos para lograr un control adecuado de la presión arterial. En estos casos, se habla de hipertensión refractaria, lo cual puede requerir una evaluación exhaustiva para identificar y abordar las posibles causas subyacentes de la falta de respuesta al tratamiento.

 

Además de las opciones farmacológicas, en ciertos casos se consideran enfoques no farmacológicos para el tratamiento de la hipertensión. Por ejemplo, en pacientes con hipertensión secundaria, causada por afecciones subyacentes como estenosis de las arterias renales, puede ser necesario realizar evaluaciones especializadas, como la angioplastia renal, para mejorar el control de la presión arterial.

 

El tratamiento de la hipertensión es multifacético y puede requerir un enfoque personalizado según las necesidades y características de cada paciente. La combinación de cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en algunos casos, intervenciones especializadas, puede ser fundamental para lograr un control adecuado de la presión arterial y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares a largo plazo. 

Gonzalo Peña, especialista en cardiología: “Lo peligroso de la hipertensión arterial es que suele ser asintomática en sus primeras etapas”

Te puede interesar

Lo más visto