Múltiples, en la Galería Vilaseco

Se prolonga hasta finales de mayo la muestra colectiva “Múltiples” de la galería Vilaseco, en la que participan Bernard Plossu, José Pedro Croft, Irma Álvarez-Laviada, Regina Giménez, Rodríguez Méndez y Diego Santomé. La obra gráfica y la fotografía constituyen el núcleo central de la exposición que, aún tratándose de artistas tan dispares y con lenguajes propios, encuentra su unidad en el predominio del claroscuro y en la búsqueda de la esencialidad expresiva que, en ciertos casos, remite a un cierto minimalismo.

Es lo que ocurre con los tres grabado de Pedro Croft (Porto, 1957), donde el espacio se convierte, por medio de rayados negros que a veces son gestuales y a veces más rectilíneos y medidos, en un lugar para hablar de tensiones anímicas, del día y de la noche, de energía desbordada o contenida y de las oscuras y misteriosas conmociones que sacuden el alma. En cuanto a Bernard Plossu (1945, Vietnam), reconocido por sus poéticas fotografías de paisajes, ofrece dos interiores: el de un rincón de avión y el de una habitación sumida en las sombras que, en el primer caso, puede hablar de un espacio de tránsito de sus múltiples viajes; en el otro, ofrece un necesario rincón de soledad y refugio íntimo, el potente contraste entre el blanco mantel de una mesa y las oscuras sombras que se ciernen sobre el sofá adquiere un valor simbólico. Son tres las fotografías que presenta Rodríguez- Méndez, en las que repite una composición con seis recuadros blancos que llevan, en su centro una semilla negra; el liso espacio vacío aparece así como inseminado y conmovido por esas pequeñas y oscuras presencias. Diego Santomé ( Vigo, 1966) vela, en sus grabados, con una espesa trama reticular, un fondo en el que palpitan sombras ambiguas que pueden tener formas arborescentes o nubosas o incluso recordar perfiles de humanos, de esta manera ofrece una visión de la realidad llena de incertidumbre y de misterio.

De Irma Álvarez-Laviada hay una sola obra: un pequeño cubo formado por superposición en paralelo, de diversos materiales: madera, contrachapado, etc, unificados por sus tonos color tierra y donde cuenta también la presencia de lo táctil; también, como en su pintura, juega con el espacio y la ilusión óptica, a lo Rothko. Regina Giménez (Barcelona,1966) presenta dos grabados de inspiración astronómica, en los que establece una relación entre el espacio y las formas geométricas del círculo o la esfera de diferentes tamaños, lo que permite establecer relaciones de cercanía o de lejanía; así sucede con el grabado de fondo negro, cuya mayor parte está ocupada por un enorme astro rosa, bajo el cual aparecen dos filas de pequeños círculos del verde y rojo al blanco que acaban siento pequeños puntitos perdidos en la materia oscura; nos lleva, así, hacia los inmedibles enigmas del espacio cósmico y de nuestra forma de percepción. Los seis artistas de esta muestra ofrecen seis modos de acercarse a la realidad y de interpretarla, ya a la manera lírica de Plossu, ya por medios abstractos.