La senda peatonal costera que tiene previsto construir el Ayuntamiento de Oleiros entre la playa de Naval y la urbanización de Canide, en la parroquia de Dorneda, afectará a un total de 66 fincas y tres viviendas. Para llevar a cabo la iniciativa, el Gobierno local oleirense tiene previsto ponerse en contacto con los propietarios de los terrenos y de los inmuebles para llevar a cabo una negociación que deje conformes a todas las partes. 

El alcalde, Ángel García Seoane, en su habitual intervención radiofónica de los lunes en la emisora local de la Cadena Cope solicitó a los afectados que acepten la negociación con el Ayuntamiento para evitar tener que llegar a una expropiación forzosa.

Exposición pública 

El proyecto se encuentra actualmente a exposición pública en las dependencias municipales hasta el día 15 de enero y, según fuentes municipales, con la apertura de este tramo de costa, de 3,5 kilómetros, será posible desplazarse caminando por terrenos públicos desde el fondo de la ría en O Burgo hasta el puerto de Lorbé.

Las mismas fuentes indican que el Ayuntamiento viene haciendo a lo largo de las últimas décadas actuaciones para conseguir que la costa sea accesible tanto para los peatones como para los ciclistas.

“En la actualidad, toda la costa tiene un recorrido peatonal y ciclista, excepto en los tramos desde Beiramar hasta Cambre y la playa de Naval y Canide. El primer tramo se está completando con la ejecución de la obra de saneamiento y dragado de la ría del Burgo, restando por tanto el tramo desde la playa de Naval a Canide, que es lo que se pretende ejecutar con este proyecto”, apuntan desde Gobierno local al tiempo informan que las alegaciones pueden presentarse a través del registro general del Ayuntamiento, de manera presencial o a través de medios telemáticos.

La construcción de esta futura senda entre Naval y Canide podría llegar a coincidir en el tiempo con la que se está realizando entre las parroquias de Iñás y Nós, en ambos márgenes del río de San Pedro. Esta infraestructura se inició en septiembre de 2022 y consiste en una senda en cada margen del cauce fluvial de tres metros de anchura, con suelo natural de tierra y capa de zahorra, con bordillos de madera y con pintado de pasos peatonales. A lo largo de todo el paseo se instalarán bancos y papeleras de madera y paneles informativos, además de fuentes.