El líder de Irán promete venganza contra los asesinos del comandante Soleimaní

El líder de Irán promete venganza contra los asesinos del comandante Soleimaní
Cientos de iraníes salieron a las calles para participar en la vigilia por la muerte de Qasem Soleimaní | Arash Khamooshi (efe)

El líder supremo de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, añadió tensión al conflicto abierto entre Irak y EEUU. al jurar venganza contra los que asesinaron al comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní, cuya muerte fue ordenada por Washington.

“Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimaní y de otros mártires en el ataque deben esperar una dura venganza”, agregó el líder en un comunicado publicado en su web oficial tras la muerte de Soleimaní.

Jamenei subrayó ayer que el “mártir Soleimaní es una figura internacional de la Resistencia, y todos los devotos de la Resistencia son ahora sus vengadores”. El gobierno iraní, asimismo aseguró que la que hará rendir cuentas a EEUU por el asesinato.

El presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró que “la bandera de la dignidad y firmeza de ese gran mártir permanecerá izada por el gran numero de los soldados islámicos”

“Sin duda, la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal EE.UU”, aseguró Rohaní. Por su parte, el Consejo supremo de la Seguridad Nacional dijo que el ataque fue “el mayor error estratégico de EEUU en la región del oeste de Asia”.

El general Soleimaní era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y ha estado presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.

Soleimaní y el vicepresidente de la Multitud Popular iraquí, Abu Mahdi al Mohandes, murieron durante la madrugada del viernes en un bombardeo estadounidense contra el vehículo en el que viajaban en Bagdad.

La tensión subió cuando el pasado día 27, un ataque con más de 30 cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, provocó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares de EEUU e Irak que se encontraban en las instalaciones.

El Pentágono considera que la milicia chií Kata’ib Hizbulá (KH) es responsable de los ataques que, desde mediados de octubre, tienen como objetivo bases militares e instalaciones gubernamentales donde se encuentra personal estadounidense que apoya al Ejército iraquí.

 

Reacciones opuestas

“El mundo no puede permitirse otra guerra en el golfo” Pérsico, alertó el secretario general de la ONU, António Guterres, quien defendió una reducción de la tensión en la región y consideró que “este es un momento en el que los líderes del mundo deben ejercer la máxima contención”.

Por el contrario, Israel, que ha tomado medidas preventivas ante posibles represalias, expresó su apoyo a Washington “en su lucha por paz, seguridad y defensa propia” e, incluso, el primer ministro Benjamín Netanyahu se refirió a Soleimaní como responsable de la muerte  inocentes.

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