El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha rechazado este miércoles "blanquear" el acuerdo de investidura entre el BNG y el PSOE, que considera un "desastre" y "migajas", pero ha asegurado que Galicia "desde luego, no va a ser menos" en lo que respecta a la condonación de deuda.
Así ha respondido a la líder nacionalista, Ana Pontón, en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Parlamento, en la que le ha preguntado sobre el incremento de la deuda pública gallega y le ha pedido que aclare "si va a aprovechar el acuerdo del BNG para negociar una reducción" de la misma.
Pontón ha instado a Rueda a dejar de "hacer oposición a Galicia" y no perder "por sectarismo" esta oportunidad del pacto firmado que establece, según ha asegurado, "igualdad de trato en la quita de deuda" con Cataluña.
Para el presidente gallego el "traje a medida" hecho para Cataluña "no le tiene por qué convenir" a Galicia, y cree que la líder de la oposición está intentando "vender" un pacto que "no consiste en nada" porque se habla de un tratamiento "análogo", sin una cifra concreta, que no se va a pagar.
"Los gallegos somos libres, tenemos una buena gestión económica y no vamos a dejar que nos hipoteque un nacionalismo que no sabe a dónde va", ha concluido.
Rueda ha criticado la "manipulación y la parcialidad" de los datos sobre las deuda ofrecidos por Pontón, quien ha asegurado que se ha triplicado durante los años de gobierno del PPdeG, hasta los 14.156 millones de euros, y Galicia tiene que pagar un "sobrecoste de 1.400 millones desde 2012" por haber recurrido a las entidades privadas y no al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Por las críticas que Pontón realizó en el pasado al FLA, Rueda le ha achacado "falta de coherencia" y ha negado categóricamente que Galicia tenga que pagar más intereses por haber recurrido a los bancos, al tiempo que ha defendido que es la comunidad que menos incrementó su deuda en los últimos 14 años.
"Por mucho que se enfade y se altere, vamos a seguir denunciando su mala gestión también en materia de deuda", ha dicho Pontón al reprochar a Rueda que, una vez más, haya recurrido a echar la "culpa" al Gobierno bipartito y ha asegurado que, si gobierna tras las próximas elecciones autonómicas, una de sus primeras medidas va a ser una auditoría de la deuda pública de la Xunta.
La líder de la oposición ha esgrimido un informe del BBVA sobre el endeudamiento de las comunidades autónomas para afirmar que Galicia está pagando "un punto porcentual más" por la deuda que las comunidades que decidieron acudir al FLA, una decisión que la Xunta adoptó únicamente por "propaganda política y para beneficiar a la banca".
El presidente de la Xunta ha replicado que no se enfada ante la intervención de Pontón, sino que se aburre por su "caradura" y le ha recriminado que con su acuerdo de investidura con el PSOE ha contribuido a que los españoles no sean "iguales", sino que unas comunidades, como Cataluña, se van a poner "por encima de las demás".
Por su parte, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estima que la condonación de la deuda autonómica alcanzaría los 57.771 millones de euros, siendo las cuatro comunidades más beneficiadas Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y la Comunidad de Madrid.
El montante que podría cancelar Galicia ascendería a 1.721 millones de euros, por lo que sería la 11ª autonomía, en términos absolutos, en condonación de deuda; o, lo que es lo mismo, la 7ª por la cola.
Cataluña sería la más beneficiada al dejar de pagar 14.647 millones de euros, mientras que la Comunidad Valenciana cancelaría 14.093 millones. Les siguen más de lejos Andalucía (5.696 millones) y la Comunidad de Madrid (3.473 millones).
Los técnicos de Hacienda han explicado a través de un comunicado que la posible condonación de la deuda por parte del Estado a las comunidades autónomas adheridas o no al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) es un simple ajuste interno sin efectos hacia el exterior, por lo que el nivel de endeudamiento público de España será el mismo, y los compromisos con la Unión Europea no se verían afectados.
En esta línea, sostienen que en clave interior, las comunidades reducirían una parte del coste de intereses y alcanzarían mejor el objetivo de déficit, y el Estado podría verse afectado en menor medida si necesita endeudarse para realizar las transferencias a determinadas regiones para que cancelen una parte de las deudas con terceros, bien a las comunidades no acogidas al FLA o porque el importe de la cancelación asignada a algunas comunidades excede de la deuda con el FLA.
En paralelo, apuntan que el Estado cancelaría el aumento de la deuda que las comunidades autónomas realizaron para financiar los servicios públicos durante los ciclos negativos de la actividad económica desde 2009.