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viernes | 19 abril | 2024
El presidente del astillero Barreras, José García Costas, admitió ayer que los directivos de Pemex están “con la mosca detrás de la oreja”, tras el anuncio hecho por el comisario europeo.
“Confío en que el tax lease no afecte a la operación. No sé si en México se puede ralentizar algo por el expediente, esperando a una resolución definitiva, pero no me consta que sea así”, dijo.
Pero más allá de la entrada de Pemex, el presidente de Barreras incidió en que una resolución desfavorable desde Bruselas “no nos favorece”, entre otras cosas porque habría que buscar financiación entre los bancos que no estén involucrados en el anterior tax lease. “Todo es muy complicado”, remató.
Eso, sin contar con la batalla legal que se produciría, porque “a ver cómo se repercute sobre un inversor que presentó su declaración de renta anual, aprobada por Hacienda, con operaciones avaladas por Tributos y ahora se le reclama que con cargo a las mismas tiene que devolver no sé qué. Es imposible de aceptar”.
Sin contemplaciones
Además, García Costas arremetió contra la “obcecación” del comisario de la Competencia y el “desprecio” que con ello demuestra hacia España y su sector naval. Indicó que el naval está “en manos de una persona, que me parece un adjetivo demasiado generoso”, que aun consciente de que “está perjudicando” a su país “lo hace sin contemplaciones ni miramientos”.
Abundó en que la actuación de Almunia en la tramitación del expediente del tax lease, iniciado hace más de dos años por la denuncia de astilleros holandeses, es “de desprecio hacia el país, sus trabajadores y sus empresas”.
Según García Costas, el comisario “siempre fue un hombre especial”, tanto que ni siquiera en el PSOE están de acuerdo con la posible retroactividad del anterior régimen de bonificaciones, de ahí que haya instado a sus dirigentes a que lo persuadan para que cambie su resolución.
Prórroga
No obstante, confió en darle la vuelta a la resolución vista la nueva prórroga que se concedió Almunia, hasta el 17 de julio, lo que interpretó como que en la CE “tampoco lo deben tener excesivamente claro”.
Atribuyó este aplazamiento a “las presiones” y se mostró dispuesto a formar parte de ese “frente común”, y añadió que “hablar de lo pasado, de las muchas cosas que no se hicieron, no tiene sentido, no nos lleva a ninguna parte”.
El presidente de Barreras recalcó que las consecuencias de devolver el tax lease pueden ser “terribles”, porque aunque que los astilleros no tengan que devolver nada, “no se les va a acercar ningún armador” ante la “inseguridad” jurídica que generaría una resolución de este tipo. n
