La XXVIII Conferencia de Presidentes, celebrada en el Palau de Pedralbes de Barcelona, terminó ayer sin acuerdos y con un enfrentamiento abierto entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y los gobiernos autonómicos liderados por el PP.
De nada sirvieron los llamamientos de Sánchez a debatir con espíritu constructivo y “dejar la crispación en el perchero”. Los trece presidentes autonómicos del PP le instaron a disolver las Cortes y convocar elecciones ante “la situación crítica” en la que se encuentra España.
Al cerrar la conferencia, el propio Sánchez asumió que era imposible el acuerdo ante las posiciones expresadas por los dirigentes territoriales del PP, informaron fuentes del Ejecutivo.
En una de las primeras ruedas de prensa tras acabar la reunión, el presidente andaluz, Juanma Moreno, afirmó que se iba “con una sensación de vacío, de fracaso” y cuestionó las intenciones del Ejecutivo al convocar la conferencia, convencido de que lo hizo para que se hable de otras cosas que “no sean los líos, los follones y las posibles irregularidades que acechan al entorno del presidente del Gobierno”. La reunión consistió, explicó, “una serie de monólogos reiterados uno detrás de otros”.
El primero en exigir el adelanto electoral fue el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, seguido por Moreno, y la cántabra María José Saénz de Buruaga, en el orden protocolario de la reunión, según la fecha de aprobación de sus estatutos de autonomía.
Sánchez aprovechó la propuesta del presidente de Asturias de que su comunidad acoja la próxima reunión de la Conferencia de Presidentes para responderles: animó al resto de comunidades a presentar candidaturas porque “habrá ocasión para todas”, ya que la previsión es agotar la legislatura y que los comicios sean en 2027.
Todos los presidentes del PP llegaron a Barcelona con el mismo mensaje, según fuentes del partido.
“Sin Presupuestos, sin apoyo parlamentario, con grietas en el Consejo de ministros, con su partido dividido, y desbordado por las proliferación de casos de corrupción que avergüenzan al país, el presidente del Gobierno debe acabar con esto y dar la palabra a los españoles”, destacan estas fuentes.
El PP hizo hincapié en que trece de las veinte administraciones que se sientan en la mesa de la Conferencia, que representan al 70% de los españoles, están pidiendo a Sánchez que “ponga fin a una legislatura que nunca debió haber empezado en los términos en los que lo hizo”.
“Hoy (por ayer) se lo decimos en el Palacio de Pedralbes de Barcelona. El domingo se lo diremos en la Plaza de España de Madrid. Elecciones ya”, subrayan con la mirada puesta en la concentración convocada por Alberto Núñez Feijóo.
En el plenario, Moreno pidió a Sánchez que disuelva las Cortes y convoque elecciones ante la situación política “crítica y convulsa” de España.
Moreno reclamó también que se sometan a votación los acuerdos que se adoptasen en la reunión, entre ellos las demandas en materia de financiación autonómica como la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Tras él, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, exigió elecciones generales al considerar que es la “única salida” en este momento a una situación de “agotamiento, parálisis y decadencia institucional”.
Antes de ellos, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, consideró que a su modo de ver, aunque no “unánime”, la convocatoria de elecciones correspondería con “un sentir bastante general”.
Tras reafirmar que si no es capaz de “aprobar Presupuestos” y “pierde muchas más votaciones que gana” en el Congreso, lamentó que Sánchez haya optado por decir “lo que dice siempre, que no piensa convocar elecciones hasta que no tenga más remedio”.
Recordó que varios son los jefes de gobierno autonómico que le pidieron que dé el paso, mientras que otros que “no lo han hecho”, sí que “lo han hecho antes” –esta misma semana, por ejemplo, lo hacía el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page–.
Rueda agregó que Sánchez “ha dicho claramente que no” y también apuntó a que dijo que, mientras sea presidente estatal, irá convocando Conferencias de Presidentes. El dirigente gallego, explicó que pidió “voluntarios” y el presidente de Asturias, Adrián Barbón, ofreció su comunidad “como siguiente sede”.
A las peticiones de adelanto electoral de los mandatarios autonómicos se sumó la de la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), María José García Pelayo. La popular participó en la Conferencia en representación de los municipios, pero se quejó de que no fueron escuchadas sus propuestas de asuntos a tratar por parte de Pedro Sánchez.
“Aunque no se nos ha escuchado, de todos modos, no desaprovecharé la oportunidad de reclamarle a Sánchez dos cosas”, por un lado un real decreto que actualice las entregas a cuenta con referencia al año 2025 sin hacerlas depender de que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado de este año.
Lo segundo que le ha transmitido García Pelayo al presidente, señaló, es que “se convoquen ya las elecciones generales, porque así lo piden todos los ciudadanos de España”.
Las demandas populares hallaron eco en el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que volvió a enfatizar la necesidad de que una cita electoral nacional se adelante a los comicios locales y autonómicos, lo cual no quiere decir, explicó, que sea necesario adelantar las elecciones al corto plazo, simplemente bastaría con el hecho de que la llamada a votar fuera anterior de lo que está previsto en 2027 para elegir gobernanza en ayuntamientos y en la mayoría de las comunidades.
El discurso del líder castellanomanchego fue interrumpido por el presidente del Gobierno cuando este criticaba los pactos con Junts per Catalunya.
Fuentes del Ejecutivo de Page confirmaron que, durante el último turno de intervenciones, cuando este estaba hablando sobre financiación y criticando los pactos “con la extrema derecha independentista”, en alusión a Junts, Sánchez le interrumpió.
En la comparecencia posterior a la conferencia, preguntado por la interrupción, Page se limitó a apuntar que “es una pequeña tradición ya”.
Sobre esta cuestión también se pronunció el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que salió en defensa Page y sugirió a Sánchez que venga a estos foros “más relajado”. “Lo hemos presenciado todos”, reconoció Mañueco.
Por su parte, Sánchez, pidió a los presidentes autonómicos que abordasen los temas agendados con “honestidad, espíritu constructivo y naturaleza conciliadora”: “O dejamos la crispación en el perchero o este encuentro servirá para muy poco”, subrayó.
Durante su intervención, el presidente anunció la puesta en marcha de un nuevo programa dotado con 175 millones de euros provenientes del Fondo Social Europeo Plus para garantizar el acceso a la educación infantil gratuita del alumnado de familias con rentas bajas.
Además, informaron fuentes del Gobierno, propuso a los líderes autonómicos crear de forma conjunta un modelo integrado de autorización y supervisión de los centros privados de formación profesional.
Respecto al problema de la vivienda volvió a defender cara a cara ante los presidentes autonómicos las propuestas que ya les planteó por carta.
Así, llamó a un Acuerdo Estatal que triplique la inversión pública en vivienda hasta llegar a casi 7.000 millones de euros, de los que 4.000 aportaría el Gobierno y el resto las comunidades.
El rey presidió ayer en el Palau de Pedralbes la foto de familia del foro. Antes de la tradicional fotografía, Felipe VI y Sánchez saludaron uno a uno a todos los asistentes a la cita.
El saludo del jefe del Ejecutivo con los presidentes autonómicos fue fugaz en la mayoría de los casos, en los que se mezclaron cortesía y frialdad, como con Isabel Díaz Ayuso, Carlos Mazón o Emiliano García-Page.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, censuró el uso de lenguas cooficiales y los pinganillos para su traducción simultánea en la Conferencia de Presidentes, a su juicio un “disparate” y un “esperpento” que “humilla a las propias lenguas regionales, porque las reduce simplemente a instrumentos separatistas, a una farsa”.
Así lo dijo tras abandonar el lugar en los momentos en que intervinieron el presidente del País Vasco, Imanol Pradales (que lo hizo en euskera), y el de Cataluña, Salvador Illa (que habló en catalán).
Fuentes del equipo de la presidenta indican que Díaz Ayuso ha sostenido en su discurso que “España no es un país plurinacional” y que “el español es la lengua oficial del Estado”.