11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
El RC Deportivo debe aferrarse esta noche a la profunda metamorfosis que está sufriendo el club para invertir su tendencia negativa de resultados y cerrar el año deportivo soñando con la permanencia.
Aunque se encuentra colista, a nueve puntos de la zona tranquila, se ha abrazado a una tabla de salvación en forma cambios estructurales que podrían enderezar el rumbo del equipo.
Fernando Vidal ha llegado para postularse como nuevo presidente —el pasado martes en la Junta de Accionistas—, con un esperanzador acuerdo con Abanca bajo el brazo y el más que probable desembarco de un icono del deportivismo como Fernando Vázquez para su banquillo.
El adiós de Paco Zas ha abierto una nueva era en el deportisimo, la del anhelo por protagonizar una remontada de tintes épicos hasta final de temporada.
SIN SOMMA
El central italiano fue expulsado en El Toralín y cumplirá un duelo de sanción
El impulso anímico de la victoria del pasado martes en la Copa del Rey ante el modesto Illueca, de Tercera División, ha elevado la moral de una tropa como la blanquiazul, que ha afilado sus dientes ya para hincar a otro club en apuros esta noche, el CD Tenerife, que también ostenta puestos de pérdida de categoría.
Los herculinos pretenden certificar su segundo triunfo liguero del ejercicio 19-20 —el primero fue el agosto ante el Oviedo en la jornada inaugural— para no verse todavía más hundidos en la tabla.
En el que podría ser el último encuentro de Luis César en el banco de Riazor —Fernando Vázquez está llamado a ser el míster tras el parón navideño—, la formación coruñesa arrastrará la importante baja del central Michele Somma, expulsado el pasado sábado en el caos de Ponferrada.
Además, David Simón y Gaku Shibasaki no entrarán en la citación oficial de esta mañana por sendas lesiones.
INCÓGNITA
El estado del césped, tras el ‘Bergan’-Sevilla de Copa, puede no ser el idóneo
La enfermería ha sido benévola esta semana con el Depor, toda vez que varios renqueantes como Nolaskoain, Borja Valle, Luis Ruiz o Borja Galán estarán sobre el papel en condiciones de ser convocados.
Así pues, siempre con Dani Giménez bajo palos, la defensa estará integrada por el tándem Lampropoulos-Montero en el eje, con Bóveda y Salva Ruiz en las alas; Álex Bergantiños será el encargado de sostener el armazón colectivo en la medular, con la colaboración de dos futbolistas con menos músculo pero mejor pie, como Ager Aketxe y Vicente Gómez.
Los responsables del gol, en esta ocasión, serán Christian Santos en la demarcación de ‘9’, con Víctor Mollejo tendido al costado derecho y el marfileño Koné en el siniestro.
Luis César reservará en la banqueta a hombres capaces de ejercer de revulsivo en caso de necesidad, como Borja Valle, Longo, Jovanovic, Galán o Beto da Silva.
Enfrente, el Deportivo se topará con un Tenerife también inmerso en puestos de descenso, que no ha sabido rectificar con la llegada del nuevo técnico Rubén Baraja, con el que solo ha logrado un punto de los últimos seis en disputa.
La mala racha visitante se extiende a sus últimas doce apariciones, en las que apenas arañó una victoria.
Aparte de la baja de larga duración de Borja Lasso, Nahuel Leiva, Ramón Miérez, Samuel Shashoua e Iker Undabarrena tampoco estarán.
El estado del terreno de juego de Riazor es toda una incógnita, después de que el pasado miércoles el duelo copero entre el Bergantiños y el Sevilla haya dejado el tapete muy castigado.
La afición coruñesa, revitalizada e ilusionada por la posible reacción de su escuadra en vísperas del descanso navideño, apoyará con más fuerza que nunca frente a un rival en teoría vulnerable como el canario.
La “unidad máxima” del deportivismo a la que ha llamado Fernando Vidal tanto en la Junta como en las páginas de este diario en la jornada de ayer debe volver a convertir el estadio de Riazor en el fortín del pasado reciente. Vital para la consecución del cambio.
