A mediados de mayo, agentes de la Policía Nacional de tuvieron a un joven de 19 años que presuntamente se dedicaba a traficar con heroína y hachís en la estación de bus. Intervenciones como esta son muy raras: el último trimestre solo se detuvieron a seis personas por el mismo motivo. En cambio, el número de incautaciones de drogas es mucho más elevado. Fuentes policiales estiman la cifra de actas de aprehensión entre 80 y 100 al mes. Si la sanción media ronda los 500 euros, la Subdelegación del Gobierno podría llegar a recaudar más de 40.000 euros por este motivo.
En cambio, apenas se llevan a cabo actuaciones contra los vendedores de droga. El arresto de mediados de mayo fue fruto de la causalidad: El error del joven camello había sido dejar que los agentes que vigilaban la estación le vieran con un porro guardado en la oreja.
Al abordarle los agentes, se derrumbó y les entregó el hachís y la heroína y 120 euros en metálico, en billetes pequeños. El joven fue detenido por un delito de tráfico de drogas.
Los arrestos por narcotráfico bajaron incluso con respecto al primer trimestre del año anterior, cuando se registraron ocho. Según el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, “se mantienen más o menos igual”. Esta situación se prolonga desde hace años: muchas incautaciones pero pocos golpes contra el narcotráfico a pequeña escala, a pesar de que vecinos de muchos barrios denuncian puntos de venta en casas y lugares públicos como plazas y jardines.
El propio alcalde, Xulio Ferreiro, había transmitido el año pasado las quejas vecinales a la Jefatura Superior, sin que eso diera lugar a más detenciones a pesar de que la asociaciones que trabajan con toxicómanos también dieron la voz de alarma.
“Recaudación impositiva”
Fuentes policiales se quejan de que se sienten usados como “recaudadores”. “Podemos decir que existen dentro de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana varias unidades que se dedican preferentemente a esta “recaudación impositiva” sobre el consumidor de drogas o el portador de ellas u otros objetos prohibidos”. Al mismo tiempo, insisten en que se incentiva muy poco las labores de investigación.
“El problema de la droga no se soluciona incautando estupefacientes. El toxicómano simplemente vuelve al camello y compra más”, explican estas mismas fuentes. Pero actuar contra los puntos de venta de droga es difícil. En muchas ocasiones, la Comisaría Provincial recoge las quejas de los vecinos cuando estos notan un aumento del menudeo en ciertas zonas y envían allí agentes de paisano.
Ocurrió en el caso de Bugallal Marchesi, en la segunda fase de Elviña, donde los vecinos habían denunciado un punto de venta de droga. Consiguieron sorprender al sujeto, de 40 años, in fraganti, traficando con heroína, una detención muy parecida a la que habían hecho días atrás en el mismo lugar.
También practican inspecciones en zonas de ocio nocturno. Por ejemplo, el 10 de abril, cuando los policías sorprendieron a un individuo en el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Finisterre, cuando estaban identificando a transeúntes. El sujeto, de 44 años, trató de deshacerse de una bolsa con 18 gramos de cocaína, sin éxito. Ninguna fue producto de un seguimiento.