10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
Si antes eran dos, ahora ya son ocho. Las cuentas de la Agrupación de Mariscadores de a pie dejan matemáticamente claro que está aumentando el número de furtivos que faenan en la ría de O Burgo. El presidente de la Agrupación, Manuel Baldomir, estima que su número se había reducido a dos en julio, y que ahora se ha multiplicado por cuatro, sin que por el momento las autoridades hagan nada para frenarla. “E iso que a ría está pechada”, recordó.
2015 no está siendo un buen año para los mariscadores, porque la ría de O Burgo ha permanecido cerrada mes y medio por culpa de los vertidos de hidrocarburos, a lo que hay que sumar la mortandad de la almeja fina, que fue de un 20%, y los cierres debidos a la toxicidad en el marisco. Y ahora, el regreso de los furtivos.
desde julio
Precisamente en julio, la Xunta consideraba que se había reducido en torno a un 80%. Lino Sexto, subdirector xeral de Gardacostas, reconocía entonces que persistía un pequeño grupo en la ría, y esperaba que la modificación del código penal que por aquel entonces se acaba de aprobar sirviera para acabar con su impunidad, porque introducía la novedad de que el impago reiterado de las sanciones conlleva la pena de cárcel. Hasta ahora, no habían conseguido eliminar este último reducto de furtivismo, simplemente porque las multas no afectan a los insolventes.
Hay gente que acumula cientos de miles de euros en sanciones y no las paga: la primera vez que alguien es sorprendido sin permiso se le sanciona con 151 euros (falta grave) pero si reincide, a la tercera falta ya es muy grave y la multa ya asciende a 30.001 euros. La ley de Pesca era ya muy dura, pero solo para aquellos que son solventes. Ahora la multa se paga por cuotas. Cada dos cuotas que no se abonen, se paga con un día de privación de la libertad. Las penas de cárcel pueden llegar a los dos años. Y como son reincidentes y las penas son acumulativas, no se librarán de pisar el centro penitenciario.
protestas
Estas novedades habían generado alarma entre los furtivos, sobre todo los de O Portiño, que organizaron una protesta frente a la Delegación de Gobierno en julio exigiendo licencias. Los manifestantes alegaban que para muchos, el furtivismo era el único medio que tenía para sostenerse económicamente y que los cambios legislativos les condenaban a prisión.
Pero eso fue hace más de tres meses. Para los mariscadores, el efecto disuasorio de la nueva legislación ya ha desaparecido porque no ha venido acompañada de una actuación constante por parte de la Policía Autonómica, que es la que habitualmente hace redadas en la ría de O Burgo. Y demandan de la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que tome medidas.
