Los chabolistas de A Pasaxe emplean el espacio limpio para dejar chatarra

Durante la última semana de marzo el Ayuntamiento comenzó los trabajos para despejar parte de los desperdicios acumulados en el poblado de A Pasaxe tras décadas de dejadez y, desde entonces, la Policía Local ha visitado constantemente el lugar para asegurarse de que a nadie se le ocurra aprovechar el espacio libre para asentarse y construir una nueva infravivienda. “Vienen de día y de noche, y sacan fotos”. Pero su preocupación es infundada, porque los propios chabolistas están levantado cerramientos: con el propósito de convertir el espacio en depósitos de chatarra.
Son cuatro o cinco los espacios delimitados que hasta finales del mes pasado estaban llenos sobre todo de maleza con algo de basura que retiró la empresa concesionaria al precio de 66.000 euros, aunque con algunas excepciones: parte de la maleza que rodea una chabola no se retiró. El plan original incluía echar a bajo esa precaria construcción pero su dueño se opuso si no le traían primero otra caseta. Sin embargo, ha quedado libre una gran explanada, que ahora los chabolista pueden aprovechar para su trabajo. 
Como señala uno de ellos, es habitual acumular chatarra durante largos períodos de tiempo  a la espera de que su precio en el mercado suba. Eso significa que contar con un lugar de almacenaje es imprescindible en esta profesión, por eso este colectivo siempre ha preferido no mudarse a un piso en la ciudad y siempre ha solicitado viviendas unifamiliares en la periferia, donde acumulan el material, en muchos casos de manera irregular, a la espera de su venta para el reciclaje. 
Saneamiento progresivo 
Pero hasta ahora, el espacio tampoco sobraba en A Pasaxe, donde en algunos puntos se han acumulado montañas de escombros o ha crecido la maleza sin control. Los chabolistas levantaron sus precarias viviendas en cualquier rincón libre de estos obstáculos, espacio que se va a ver aumentado pronto. “Nos dijeron que cuando acabaran las fiestas continuarían con las labores de limpieza”, aseguran los chabolistas. De esa manera, máquinas y operario se adentrarían más en el poblado, aunque todavía no llegarán hasta la Conservera Celta. 
 Pero este es el primer progreso visible desde que el Gobierno de la Marea Atlántica aprobó en julio del año pasado el plan de Hábitat Digno para acabar con el chabolismo no solo en A Pasaxe, sino en todos los asentamientos precarios. Sin embargo, el poblado a orillas de la ría de O Burgo está en peor estado y en él viven cerca de 30 familias de etnia gitana. 
El problema más urgente lo representan las familias que todavía residen en infraviviendas situadas a la sombra de la antigua  nave de la Conservera Celta, de la inmobiliaria Altramud, sobre la que pesa una orden judicial de derribo por ser una ruina; orden que está en suspenso debido a que primero el Ayuntamiento debe desalojar a los chabolistas. l