10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
La Consellería de Medio Ambiente mantiene la situación de “alerta” y está “muy vigilante” de cómo evoluciona la cantidad de agua embalsada en Cecebre, la presa que abastece a la ciudad y la mayor parte de la comarca. Las últimas cifras, que datan de principios de esta semana, indican que el embalse se encuentra por debajo del 41% de su capacidad. Por ello, desde la Xunta no descartan tener que recurrir a alguna restricción o alguna medida de control extra la próxima semana.
Una entidad especializada en analizar el estado de los embalses y pantanos de España resaltaba en su informe semanal que Cecebre solo cuenta con nueve hectómetros cúbicos llenos de los 22 posibles. Es decir, la presa está un hectómetro por debajo de la medición registrada la semana pasada o, en términos porcentuales, con un 4,5% menos de agua. El año pasado por estas mismas fechas las reservas alcanzaban el 59% del espacio disponible, mientras que la media de los últimos diez años rozaría el 60%.
Con estas difíciles circunstancias y una previsión de MeteoGalicia que no avisa de precipitaciones hasta el próximo viernes, día 3 de noviembre, fuentes de la Xunta no descartan que la “semana que ven” se tenga que tomar alguna decisión más allá de la alerta que se decretó el pasado 3 de septiembre, cuando únicamente se animó al consumo doméstico responsable.
En contraposición el alcalde de Vigo, Abel Caballero, activaba hace tan solo unos días la situación de emergencia en los dos embalses con los que cuenta la zona a pesar de tener un nivel de ocupación superior al de Cecebre. El aviso se hizo extensivo al resto del área metropolitana.
Hasta final de año
De un solo vistazo, con una visita a Cecebre, se puede observar que la ocupación no es la mejor porque cada vez se ve una franja mayor de tierra. Aunque desde Medio Ambiente remarcan que el abastecimiento está garantizado, porque los cálculos que se hicieron son de largo recorrido y llegarían al menos a final de año.
No obstante, las mismas fuentes también reconocen que cuando a principios de octubre se decretó la sequía en las cuencas del Mero, el Mendo y el Mandeo esperaban que hubiese más precipitaciones a final de mes. Sin embargo, en las últimas semanas solo ha llovido dos días.
