Aunque las previsiones no apuntan a que sea grave, la primera ciclogénesis de la temporada ha puesto en alerta amarilla a los servicios de emergencia, e incluso impulsó al concejal de Medio Ambiente, Enrique Salvador, a cerrar las zonas verdes, en previsión de posibles accidentes. Y es que el temporal coge a los árboles coruñeses todavía vestidos de verde, aunque muchos ya hayan adquirido los colores otoñales, y los jardineros temen que las hojas multipliquen la fuerza del viento y arranquen alguna rama.
Así que, para evitar riesgos, los jardines de San Carlos, Méndez Núñez y del Cementerio Inglés, así como el parque de Marte y las plazas de Azcárraga y de España, fueron precintadas por la Policía Local. También se mantuvieron cerradas las áreas infantiles que estén cerca de árboles de gran tamaño. Solo una zona verde permaneció sin clausurar: la del parque de Santa Margarita, por donde el público pudo caminar. Al menos, en las inmediaciones de la Casa de las Ciencias.
componente sur
Pese a tantas precauciones, la sensación era de calma. Los últimos pronósticos meteorológicos apuntan que lo peor del temporal lo recibirán las Rías Baixas, y aunque la ciclogénesis se desplazara hacia el norte, la ciudad está protegida por el monte de San Pedro: \“Sería distinto si el temporal viniera del norte o del nordés, ahí sí que entraría\”, comentan los expertos.
De hecho, ni siquiera está previsto cerrar al público los arenales de la ciudad, aunque policías y bomberos patrullarán la zona para evitar incidentes. Los pronósticos anuncian olas de poco más de cuatro metros de altura, y de acumulaciones de lluvia de 40 litros por metro cuadrado en doce horas, pero las precipitaciones no llegaron hasta la madrugada, cuando la mayor parte de los coruñeses estaban recogidos en sus hogares.
A pesar de todo, la alerta amarilla decretada por la Xunta s mantendrá durante el día de hoy y, por tanto, también seguirán en marcha las precauciones el dispositivo de emergencia. A menos que el temporal se desvíe.