Cuando el horror se convierte en cotidiano, algo va muy mal

Cuando el horror se convierte en cotidiano, algo va muy mal
Manifestación contra la violencia machista /EFE

El número víctimas de violencia machista ha aumentado por noveno año consecutivo. Solo esta frase debería estremecernos, pero pasa por nosotros como un dato más, de los cientos que nos llegan cada día. Y es la prueba evidente de que algo va muy mal. Hablamos de concienciación y comentamos afectados el último asesinato de género del que hayamos tenido noticia; durante unos segundos, antes de pasar al siguiente tema, el precio del aceite o la ruptura sentimental de algún famoso, quizá. Mientras, en España hay 36.528 mujeres con órdenes de protección. Que temen por sus vidas y, en muchos casos, por las de sus hijos. Cuando el horror se convierte en cotidiano, apenas queda esperanza. 

Cuando el horror se convierte en cotidiano, algo va muy mal

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