La Casa Gótica sigue “en pie” casi cinco años después del derribo de su fachada

Era uno de los ejemplos más representativos de la riqueza arquitectónica de la ciudad, y en las guías figuraba como la vivienda más antigua de Betanzos. El derribo de su fachada principal, con fecha de 2 de octubre de 2008, la condenó para siempre pero, casi cinco años después, no ha conseguido mitigar el interés turístico de la Casa Gótica. En la web oficial del consistorio todavía se presenta como una de las construcciones civiles más destacadas del antiguo Castro de Untia. Como el Pazo de Bendaña, el Archivo-Liceo, la Casa Núñez o el Hospital de San Antonio.

Los  vecinos no saben qué contestar a los turistas que preguntan dónde está

Los betanceiros, que insisten en la necesidad de aclarar si el inmueble es recuperable, no saben qué responder a quienes, como unos estudiantes coruñeses que visitaron la localidad hace solo unos días, preguntan qué ha pasado con la Casa Gótica. “Es una indencencia, habiendo pasado tanto tiempo”, comenta una vecina de la Rúa da Cerca.

En este sentido, los residentes consideran que, al margen de los procedimientos abiertos, que podrían derivar en “una sanción ejemplar”, las administraciones deberían trabajar para devolver el edificio a su estado inicial, y evitar escenas como la vivida con los escolares de A Coruña.

El proceso está pendiente de la decisión judicial, pues la Xunta resolvió paralizar el expediente abierto al propietario de la emblemática vivienda y, en consecuencia, aplazar cualquier decisión “ao momento en que recaia resolución” del proceso penal iniciado en Betanzos.

“Humo”

Este acuerdo, adoptado por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural hace un año, con fecha de 1 de marzo de 2012, fue trasladado al consistorio brigantino y al único titular del inmueble, en el número 5 de A Cerca.

En relación con el edificio, el Partido Popular asegura que los socialistas llevan dos años “vendiendo humo”, sin actuaciones concretas sobre la Casa Gótica o la Torre de Lanzós.

“Durante su etapa en la oposición, exigieron una solución apremiante y definitiva para ambos edificios”, dice el PP. “Pero ahora, como es su costumbre, donde dije digo, digo Diego”.