La Guardia Civil procede a cerrar varios días de la semana durante el verano para reforzar, sostienen, las patrullas en las zonas rurales de las comarcas. Así, algunos de los puestos afectados por la medida son Carral, Abegondo, Curtis e Irixoa.
Concretamente, desde la pasada semana y hasta el 15 de septiembre los días de apertura serán los lunes y los jueves, en Carral y Abegondo; los martes y los viernes, en Curtis; y los lunes y los miércoles, en Irixoa. El resto de las jornadas los acuartelamientos permanecerán clausurados y aquellos que llamen por teléfono serán derivados a la centralita de Lonzas, en A Coruña, según fuentes cercanas a la institución.
Desde el Instituto Armado alegan que la medida no tiene que ver con los períodos vacacionales de los guardias, sino al aumento de población en el rural y la necesidad de vigilancia en las calles. “Cerrarán algunos días de la semana para potenciar la presencia de patrullas en la calle en la época estival”, declaran desde el departamento de comunicación.
Asimismo, desde el pasado lunes, día 26 de junio, la atención al ciudadano se está prestando exclusivamente de 09.00 a 14.00 horas los días en que los puestos de estos ayuntamientos permanecen abiertos.
En los municipios la noticia ha generado diferentes opiniones y el más contestatario es Javier Caínzos, alcalde de Curtis, que pide “organización y previsión, ya que esto ocurre todos los años”.
“Es evidente que hay que respetar el período vacacional pero no puede ser que año tras año sean los ayuntamientos rurales los que tengamos que soportar los cierres de cuarteles”, apunta Caínzos, que asegura que los vecinos han de desplazarse “a 25 o más kilómetros” para hacer gestiones, cuando no se les emplaza a realizarlas de forma telemática, “con la dificultad que conlleva a algunas personas”.
El curtiense considera que el cuartel debería abrir todos los días “aunque sea en horario reducido”. “Puede que te atiendan telefónicamente pero si han de desplazarse al lugar de los hechos la cosa se complica y en verano la actividad social es mucho mayor, aumentando con ello el número de incidencias y altercados”, destaca.
Además, Javier Caínzos lamenta que nadie les haya comunicado “de forma oficial” esta decisión. “El rural y la montaña soportamos siempre la misma carencia de un servicio básico de seguridad. Es una cuestión de organizarlo bien y distribuir a la gente. Las patrullas en la calle son necesarias pero los ayuntamientos también asumimos más población en verano y esto afecta a la vida normal del pueblo”, sostiene el alcalde de Curtis.
Por su parte, José Antonio Santiso, regidor en Abegondo, sigue la línea de su compañero de partido y manifiesta que “lo idóneo sería que la atención de la Guardia Civil fuese diaria, como el resto del año”. “Abegondo es un municipio tranquilo, pero los vecinos requieren cuestiones que necesitan respuesta”, comenta.
El mandatario de Carral, Javier Gestal, alega que no puede hacer una valoración de la situación “porque la Guardia Civil no depende del Ayuntamiento y se trata de una cuestión interna”. Y apostilla que el Cuerpo “hace un trabajo excelente en la localidad y siempre están dispuestos a colaborar en todo lo que se les pide desde el Ayuntamiento”.