La cigalada de Boedo cumple quince años y se posiciona como cita ineludible del verano

La cigalada de Boedo cumple quince años y se posiciona como cita ineludible del verano

La localidad cullerdense de Boedo celebró ayer su tradicional cigalada con motivo de las fiestas de San Roque y San Antonio, un evento que cumplió su edición número 15 y que cada año congrega a más adeptos y visitantes.


La organización preparó más de mil kilos de este marisco y sirve alrededor de 2.500 raciones, que van acompañadas por vino y pan. La cita gastronómica se ha convertido en ineludible cada verano y se ha granjeado fama no solo en la comarca de A Coruña, sino también en las cercanas de Ordes o Bergantiños.


Los promotores recuerdan que la fiesta se inició para ofrecer algo novedoso y que escapase de las típicas churrascadas de los festejos patronales. La cigalada de ayer, a la que sucedió el baile amenizado con las orquestas Dilema y Metrópolis, sirvió para iniciar las celebraciones en Boedo, que se prolongan hasta mañana.

Fiesta familiar
En Pastoriza, la comisión de fiestas y la asociación O Grilo organizaron una fiesta familiar en el parque de Monticaño, que contó con juegos populares y animación, además de merienda.
Los asistentes pudieron disfrutar de carreras de sacos, chocolate, chave y otras sorpresas antes de acudir a la última verbena de las fiestas de Santa María.

La cigalada de Boedo cumple quince años y se posiciona como cita ineludible del verano

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