Primero cayó una palmera, luego un álamo y este lunes le tocó a un arce. La Semana Santa se está convirtiendo en un auténtico via crucis para los árboles de A Coruña, que están sufriendo talas en los últimos días, víctimas de distintos problemas.

Este lunes se cobró la última víctima, por ahora, un arce negundo de la calle de Juan Castro Mosquera que los operarios municipales cortaron debido a que amenazaba con caer debido a su mal estado.

Durante el fin de semana fue la plaza de Ourense la que se quedó sin otro de sus árboles. La zona perdía el segundo de los cinco álamos de la emblemática zona. Fuentes municipales señalaban que la tala era "imperiosa" porque tanto el ejemplar como el resto están alcanzando el límite de edad que marca su especie, de una madera de consistencia muy blanda. Además, en este caso el cuello y parte del tronco ya estaban también descompuestos por un hongo. Ante el peligro de que pudiesen caer ramas o el árbol, la decisión fue la de talar el ejemplar. En principio sus compañeros de la plaza de Ourense no corren peligro y además se espera poder plantar en la zona un olmo para que se incorpore al paisaje del lugar.

El tercero de los árboles afectados por talas en la última semana fue una palmera situada junto a la rotonda que une la avenida de Monelos, Salvador de Madariaga, la calle Caballeros y Pérez Ardá. En este caso, el corte tuvo como culpable al picudo rojo, que sigue atacando ejemplares en la ciudad y que ha terminado con aproximadamente un centenar de las 900 palmeras que se contabilizaban en A Coruña hace siete años.