Reportaje | La Veeduría, al desnudo

Reportaje | La Veeduría, al desnudo
Los obreros tienen que retirar todavía gran cantidad de escombros para despejar la estructura / Pedro Puig

Desde fuera, parece que nada ha cambiado, pero el histórico edificio de la Casa Veeduría, ubicado en el centro de la Ciudad Vieja, está experimentado una transformación radical. Los suelos levantados, los tabiques destrozados, o marcados para ser demolidos con una ‘x’ roja. Solo los muros de carga o los elementos históricos importantes se salvan. En el enorme inmueble vacío suenan como estampidos los golpes de los obreros, dejando al desnudo la estructura del edificio. Ya llevan un mes así, y aun quedan catorce más antes de todo esté listo. 


El edificio, que cuenta con 3.878 metros cuadrados, fue reformado en profundidad durante los primeros años del siglo XX y parte de él acoge el centro cívico de la Ciudad Vieja, pero ahora la reforma es mucho más profunda y afecta a las tres plantas (primera, segunda y planta semisótano).
Del mazo de los obreros se salvan las pequeñas joyas históricas que alberga este edificio del siglo XVIII, que en su día acogió el Gobierno militar: carpinterías, suelos, las balaustradas de las escaleras, un patio que estaba prácticamente escondido y que saldrá a la luz... La propia distribución del edificio se conservará, y la sala del Gobernador se convertirá en un salón de actos. El proyecto, firmado por Luis Gil Pita y Javier Alonso Vicente, pretende restaurar todo lo posible el viejo edificio. 


El presupuesto total de las actuaciones previstas alcanza los 2.993.268 euros, de los que casi la mitad los aporta el Mitma. En el semisótano del inmueble se dispondrá de un centro de día con comedor; en la planta baja irá, además de mayor espacio para el centro cívico, una sala de exposiciones, una cafetería y una zona de juegos; en la primera planta están previstos una sala de estudios para los universitarios.


Pero para eso queda mucho. Con suerte, las obras finalizarán en diciembre del año que viene, pero aún quedará el proceso de instalar los muebles y el resto del equipamiento, así que esta parte de la Casa Veeduría no abrirá sus puertas hasta 2024. Hasta entonces, sus muros permanecerán desnudos. Pero, como dice el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, la Ciudad Vieja sigue renovándose. 


“Esta misma semana abrimos el jardín de San Carlos tras su recuperación y comenzamos los trabajos de rehabilitación de Veeduría. Estamos siguiendo la hoja de ruta marcada por Inés rey para revitalizar la Ciudad Vieja, con inversiones como no se habían llevado a cabo en muchos años. Este proyecto contribuirá a generará vida y actividad en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad”, declaró. 

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